Quien no se siente amado, guarda rencor y agrede a los demás, reflexiona Obispo en IV Domingo de Pascua
“También dice: el Padre me ama, se siente amado por el Padre, una persona que se siente amada, es sumamente feliz, una persona que no se siente amada, guarda amargura, guarda resentimiento y cuando habla, ofende, lastima, agrede, pero una persona amada da lo que tiene, el amor y sobre todo el amor de Jesús”, señaló.
Por ello, invitó a ser generosos con los demás, como lo hizo Jesús, quien se entregó completamente, sin recibir algo a cambio, y ser libres y vivir en la fidelidad a Cristo y a uno mismo.
“Muchos estamos al frente de una responsabilidad, de alguna actividad y de algunas personas, ser así, ser buenos, ser generosos, ser comprensivos y amar a aquellos que el Señor nos ha encomendado, ya sea el padre o la madre de familia, ya sea el responsable de un departamento, el sacerdote sobre todo, y el obispo también”, abundó.