Se instalan primeros polvorines en inmediaciones del Pino Suárez; son tema de SEDENA, dice ayuntamiento
En las calles Bastar Zozaya y Francisco I. Madero, sin mayor temor hacia las autoridades, los ambulantes han colocado sus mesitas y hasta rejillas para ofrecer los “tronadores”
Los primeros puestos de petardos o mejor conocidos como “polvorines” se han instalado en el primer cuadro de la ciudad, en las inmediaciones del mercado público “José María Pino Suárez”.
En un recorrido realizado por Telereportaje en las calles Bastar Zozaya y Francisco I. Madero, se observó que sin mayor temor hacia las autoridades, los comerciantes han colocado sus mesitas y hasta rejillas para ofrecer los “tronadores”.
Mientras que otros los ofertan en el área de juguetes para niños e incluso, como parte de las novedades de los establecimientos.
Entre los explosivos que se observan al por mayor son las bolsas de “chispitas”, cajas de “luces de bengala”, pacas de “palomas”, “cañones”, “chinos”, “carrilleras”, “garbanzos”, “chifladores”, “cuetes”, “bolas de fuego”, “cerillitos”, “hoyitas de colores” y “granadas”.
Al respecto, el subdirector de Normatividad y Fiscalización del Ayuntamiento de Centro, Carlos Pérez Martínez, expuso que en su caso realizarán un recorrido para exhortar a los ambulantes y comerciantes establecidos para que eviten ofrecer este tipo de productos.
“Recordar que ese es un tema completamente de la SEDENA para poder regular esa parte, pero pues sí hacerles entender a los comerciantes que no es una cuestión de que si queremos o no queremos que vendan, sino una cuestión de sentido común, no poner en riesgo la vida de las demás personas… El Ayuntamiento de Centro o Fiscalización como tal, no regulariza ese tema de la venta de pirotecnia, lo que nosotros estamos haciendo es un llamado amistoso…”, apuntó.
El funcionario municipal reconoció que comúnmente este tipo de explosivos son ofertados en las calles Francisco Javier Mina, Bastar Sozaya, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez.
Finalmente, Pérez Martínez refirió que en años anteriores, cuando se les ha hecho el llamado, la mayoría atienden la recomendación y retiran los productos, aunque otros continúan en la venta pese a los riesgos que ello implica.
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