Se despide el doctor Azuara a 50 años del servicio público

El doctor Humberto Azuara Forcelledo, se despidió de la actividad pública luego de más de 50 años de servicio en diferentes instituciones de gobierno estatal y federal.

En entrevista para Telereportaje, el médico de profesión y especialista en cardiología y medicina interna, recordó que, en el año de 1973 inició sus estudios en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y a partir de ahí, comenzó su servicio a la comunidad.

Además, declaró que si bien ha decidido jubilarse a los 67 años de edad y dejará el servicio público, continuará ejerciendo su profesión mediante la consulta privada. 

"¿Se retira joven?- sí todavía aguanto un piano, bueno, medio piano, -¿por qué decide jubilarse?- porque es un buen momento salirme dela utilidad que tengo, dedicarme más a la familia...", expuso. 

Agregó que incluso, junto a su padre, realizó las denominadas "pesquisas de paludismo".

Posteriormente, señaló que producto de su propio esfuerzo pues le tocó trabajar para pagarse sus estudios, logró concluir la carrera en Medicina en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, siendo de la generación 1974-1979, y luego realizó dos especialidades, como cardiólogo y médico internista 

El galeno compartió parte de sus inicios con el servicio público.

"Cuando éramos estudiantes el doctor Ruiz Macossay, el doctor Lázaro Sánchez, y otros amigos, íbamos a las rancherías conseguíamos piperazina, íbamos por la ribera del río y conjuntábamos a los niños para desparasitarlos, recolectábamos muestras y las traíamos a la escuela de medicina para ver qué parásitos tenían...", indicó.

Recordó que, cuando era camillero, soñó muchas veces con llegar a ser director del Hospital "Juan Graham Casasús", y se le cumplió.

Al llegar, se propuso realizar un nuevo inmueble, sin embargo, en lo que se materializaban sus gestiones, se ocupó junto a sus colaboradores en dignificar la atención y equipar las añejas instalaciones.

"Y bueno, ya al correr de los años la vida te lleva por caminos que en ocasiones quieres, pero no sospechas que se te van a dar, no, por ejemplo, el hecho de ser director del hospital (Juan Graham) yo lo pensé cuando trabajaba de ayudante de camillero en el Juan Graham viejito, ... y cuando se me llegó a dar pues era entregarlo todo, fueron 18 años de labor dentro del hospital Juan Graham...", refirió.

Recordó que para ese reto contó con el apoyo de la señora Isabel de la Parra, quien dijo, convenció a su esposo, el gobernador, Roberto Madrazo Pintado, para que diera la primera parte del presupuesto, mientras que otras personas ayudaron en conseguir los terrenos, hasta que se fue materializando el sueño.

"Y luego, el proyecto arquitectónico, quisimos diseñar un hospital estilo francés con amplios pasillos, con módulos de hospitalización que dieran una sensación de paz al interior del enfermo, que no fueran edificios altos nada más...éramos un referente en su momento", dijo.

Expuso que durante su gestión como director, el "Juan Graham", fue pionero en la realización de trasplantes de córnea, fueron detonante para la cirugía de corazón en el ámbito público, así como en la hemodinamia y la medicina nuclear principalmente, además, se sumaron a los trasplantes renales, que para ese entonces, ya practicaba el Hospital "Gustavo A. Rovirosa Pérez", aunque dijo, el final fue un trago amargo y estuvo en riesgo su carrera.

"Y así llegué el 05 de enero de 1995 como director del hospital Juan Graham, empezar a trabajar de cero, de no saber nada de administración pública, ir aprendiendo de manera gradual paulatina a lo largo del tiempo, hacer esas cosas maravillosas que te acabo de platicar...", resaltó. 

En sus 50 años de servicio, Azuara Forcelledo laboró para el Hospital de Petróleos Mexicanos en Tabasco, luego en el Hospital "Juan Graham", también colaboró en el ISSET como Jefe de Enseñanza, dio clases en la Universidad del Valle de México, en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y en la última etapa de su carrera pública, se desempeñó como Director de Prestaciones Médicas del ISSET. 

Asimismo, el doctor Azuara, enfatizó que, a largo de su formación y carrera, ha tenido muchas satisfacciones, pero también grandes retos, en los que dijo, siempre ha privilegiado su compromiso con la preservación de la vida y la salud. 

"En la residencia de medicina interna me toca en suerte ser el jefe de residentes de medicina interna cuando el temblor de 1985, fue algo muy difícil, experiencias agradables, otras pavorosas... sacamos el hospital adelante, por ejemplo, en los edificios de Sinaloa y Chihuahua, me tocó sacar a una mujer que le amputaron la pierna y fue terrible porque se registró el segundo temblor... yo dije aquí me quedé, pero no pasó nada", compartió. 

Y el último, dijo, fue la pandemia del Covid-19, un reto y experiencia, donde estuvo en la brega diaria viendo a los pacientes hospitalizados, y aunque se contagió dos veces, nunca se amedrentó.

Azuara Forcelledo, dejó un mensaje para las nuevas generaciones de médicos en formación:

"Pues mira, lo más importante del médico es su amor al servicio y al prójimo, en conocimiento yo he visto a médicos muy sabios, que alcanzan cúspide dentro de la ciencia muy alta, donde la empatía con la gente es muy baja, y he conocido médicos cuyos conocimientos es muy bajo, pero que tienen una altísima empatía con la gente, entonces, decirles a los médicos, vean al enfermo como a su mamá o a su papá, y a tiéndanlo siempre a pesar de todas las vicisitudes personales..."

Afirmó que todas las acciones que realizó a lo largo de 50 años al servicio público, han dejado una imborrable huella en su ser, asimismo dijo sentirse orgulloso y satisfecho por las aportaciones que hizo en los diferentes cargos en los que sirvió.

Finalmente, dijo sentirse agradecido con el ISSET y contento por todos los avances positivos que se lograron concretar por el bien de los pacientes.