Cumplen 30 años sin agua potable en el Ejido Banderas, Nacajuca

Piden a las autoridades competentes su intervención en el problema

• Christian Redondo
• Julio 12, 2023 - 06:47 a.m.
• PRIMERA PLANA

´Bienvenidos al ejido Bandera de Nacajuca, una comunidad marginada por más de 30 años sin agua potable´, así, con este letrero se recibe a todos aquellos que llegan a la zona.

La población de poco más de mil 500 habitantes, carecen de este servicio que debe proporcionar la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS).

Oscar Lugo Rodríguez, quien es gestor social, detalló que el problema ha existido desde aquellas fechas, sin embargo, se agudizó aún más hace 12 años.

"En esta cisterna que nos encontramos era para abastecer a la comunidad, proveniente el agua de la potabilizadora El Mango, antes venía de un pozo de Tierra Amarilla, posteriormente la administración local de la CEAS nos cambio al Mango porque supuestamente íbamos a tener mayor flujo, el agua en mejores condiciones, pero los resultados están ahí", destacó.

El periódico del aire realizó un recorrido por la infraestructura, la cual se observa totalmente abandonada, el cableado eléctrico fue robado, la tubería se encuentra corroída por la lluvia y el sol y la estructura de concreto ya ha sido cubierta por la maleza.

"Y había un contrato que hizo la CEAS con una empresa, para rehabilitar, perforar un pozo el cual se hizo a 160 metros, cambiar el transformador y volver a darle vida a esta cisterna, pero incumplieron el contrato, únicamente perforaron el pozo y cancelaron el contrato, no rehabilitaron la cisterna, ni la caseta, y un contrato de más de cinco millones de pesos", resaltó.

Al mes, las familias gastan hasta dos mil pesos para acceder a este servicio, ya que deben comprarlo a particulares, así lo contó la señora Marisela López.

"En mi familia tengo cuatro niños y dos somos seis, se imagina, los uniformes diario; yo compro cuatro galones de agua, a 120 pesos cada galón de mil litros, a la semana, cuando hay que lavar ropa, básicamente ahorita ya no se hace limpieza; se hace la limpieza o se lava el corredor con el agua que sale cuando lavas, en esos tiempos de calores que pasamos también nos cortan la luz todos los días estuvimos quedándonos sin luz desde las 8 de la noche hasta las 3 de la mañana, no podemos decir me voy a bañar 3 veces al día porque tampoco, tenemos que estar reciclando el agua", destacó.

Todos los días a las 4 de la mañana y 12 de la noche la señora Rocío Pérez conecta su bomba a la tubería del agua potable, con la esperanza de que el vital líquido salga, pero no ha tenido éxito.

"A qué hora se levanta usted para checar si tiene agua, -aquí máximo, máximo a las 4 de la mañana, -todos los días, -todos los días, -y cuando sale que hace, -pues poner la bomba y aprovechar a llenar lo que se pueda, -de la semana cuantos días sale el agua, -la verdad que hasta ahorita no ha salido, -cuanto tiempo tiene sin salir, -ya tiene su rato", destacó.

Pero el problema en el ejido no solo es el agua potable, sino también las aguas negras. En el 2018 el Ayuntamiento de Nacajuca construyó un cárcamo, el cual nunca entró en operaciones, hoy, está abandonado.

"Pasó el tiempo nunca nos instalaron al drenaje, no hubo una planta de saneamiento, lo que nosotros hemos gestionado, actualmente los cables los robaron y robaron el bajante, lo que ocasionó el abandono y la poca prioridad que nos dio el municipio hacía la comunidad; ya queremos una planta de saneamiento porque cuando vienen las lluvias residuales se llena totalmente la comunidad y lo primero que salen son las aguas negras, queremos una solución a partir de aquí; solo le cambiaron el color de la pintura, estaba pintada de azulito con el trienio antepasado y ahora solo le cambiaron al color que observa en la pared, es lo único que nos han beneficiado, la pinturita pero de ahí todo está en completo abandono", destacó la señora Martha Torres Fuentes.

Hoy el ejido Bandera exige solución a su añejo problema. Señalan que su más grande sueño es poder contar con agua potable en sus casas y dejar de sufrir por este servicio de primera necesidad.