"Me despido con las manos y conciencia limpias”, dice con voz quebrada Carlos Joaquín en su último informe en Q. Roo.
Aseveró que encontró un gobierno hecho un desastre, a consecuencia de la pasada administración del expriista Roberto Borge.
Al rendir su sexto y último informe de resultados, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, aseveró, con la voz quebrada, que se despedía con “las manos y la consciencia limpias”.
Teniendo como sede del evento el Congreso quintanarroense, el mandatario tuvo que hacer una pausa y tomar agua del vaso, momento que fue aprovechado por los asistentes para rendirle un prolongado aplauso.
“Por eso, hoy, con todo respeto y humildad, puedo estar aquí junto a mi familia, mirándoles de frente y decirles que me despido con las manos y la consciencia limpias”, expresó.
Contando con la presencia de la gobernadora electa, Mara Lezama, el panista aseveró que encontró un gobierno hecho un desastre, a consecuencia de la pasada administración del expriista Roberto Borge, por lo que, dijo, se tuvo que hacer un cambio profundo.
“Encontramos el gobierno hecho un desastre, con una crisis financiera y de gobernabilidad de una magnitud insospechada, que debíamos enfrentar. Partíamos de un autoritarismo sin medida, que había afectado a todos los ámbitos de la vida pública y privada”, sostuvo.
Al hablar sobre la segunda transición política que vive Quintana Roo, resaltó que, hoy, siete de 11 municipios son gobernados por mujeres, y que por primera vez, una mujer será gobernadora.
“En estos seis años de gobierno jamás hubo intervención del estado, ni manipulación de resultados o alteración de actas. Siempre se respetó a la autoridad electoral. Ganó y gobernó quien tenía que hacerlo por la voluntad popular”, dijo.