Advierte López Obrador que el Poder Judicial está podrido
Señala a ministros y magistrados de estar al servicio de intereses creados
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró la tarde del domingo que, salvo honrosas excepciones, ministros, jueces y magistrados se encuentran al servicio de intereses creados, por lo que no confía en el Poder Judicial.
En el marco del evento “Agua Saludable para La Laguna” llevado a cabo en Durango, el mandatario comenzó hablando sobre las resistencias que ha tenido que sortear su gobierno ante los juicios de amparo promovidos por organizaciones y particulares que se oponen a la edificación de una obra cuyo fin es potabilizar agua y distribuirla a nueve municipios de la Comarca Lagunera.
Así, el jefe del Ejecutivo cuestionaba la probidad de los representantes del Poder Judicial.
“Y si ya empezaron los amparos entonces no vamos a poder terminar la obra, ¿ustedes creen que yo voy a confiar en el Poder Judicial?
López Obrador escaló más el nivel de su crítica al señalar que el Poder Judicial está, según él, podrido, y advirtió que solo algunas honrosas excepciones escapan a esa condición.
“No me estoy chupando el dedo, desgraciadamente el Poder Judicial está podrido; hay honrosas excepciones, para no generalizar, pero jueces, magistrados, ministros, están al servicio de los grupos de intereses creados y tienen una mentalidad muy conservadora ¡ultraconservadora!
El tabasqueño subrayó que los recursos presentados ante instancias judiciales responden más a una práctica dilatoria que busca obstaculizar la ejecución de obras, por lo que llevar los casos a litigio es entramparse.
“Si tuviésemos un Poder Judicial confiable yo diría: no hay problema, vamos a litigio, vamos a demostrar que no hay afectaciones; pero no… nos metemos en eso, nos entrampamos”.
Fiel a su estilo, el jefe del Ejecutivo federal tachó como poseedores de una doble moral a aquellos que presentan amparos para detener los avances de las obras de infraestructura impulsadas por su Administración.
“Nos presentan una denuncia y luego otra, y otra, y otra… y se nos va el tiempo; es una táctica dilatoria y no se hace la obra; no caer en una trampa, porque hay gente que está dedicada a la politiquería, y en todo esto hay mucha hipocresía también, o que se pongan trabas y que se promuevan amparos: un doble discurso, una doble moral”.
Por último, el presidente lanzó una advertencia a quienes, dijo, piensan que por medio de trabas legales detendrán las acciones proyectadas durante su mandato.
“Yo no voy a ser, se los digo con toda la claridad, rehén de nadie, el presidente de México no puede ser rehén de personas o de grupos, por poderosos que sean, por influyentes que sean, por combativos que sean; siempre debe de prevalecer la justicia, en todo caso, la justicia y la verdad, que nos va a hacer libres siempre”.