Crisis COVID-19: Una crisis económica que ensancha las brechas entre ricos y pobres
La crisis sanitaria por el covid-19 y la económica (provocada por el aislamieto), por el cierre de empresas para evitar los contagios, modifican patrones de conducta y de estructura económica que beneficia y concentra capital en ciertos actores de la economía. La acumulación de riqueza en tiempo de crisis es practicamente inevitable; las secuelas no solo se reflejan por el número de desempleados, el incremento de la pobreza, sino que también provocan desigualdad poniendo en relieve la imperfección de los mercados y el funcionamiento de los mismos.
Hablar sobre las tendencias oligopólicas y de concentración del mercado, es inherente cuando hablamos de crisis, esto no solo sucede en economías relativamente débiles o emergentes, como nuestra región (América Latina); también vemos procesos de concentración del tejido empresarial en paises desarrollados. Los monopolios “construidos” o el incremento de la concentración de un mercado, sucede cuando se coluden, fusionan o adquieren entre si empresas el mismo giro empresarial. Ejemplo de esto en la historia reciente suceden en la industra energética, aeronaútica, financiera, de comuincacion (fija o movil), transporte, etc.
El sistema financiero internacional es uno de los casos más escandalosos de la concentración de los mercados. En el caso de México en un par de décadas practicamente todo el sector bancario, fue adquirido por bancos internacionales, no solo provando mayor conentración, sino la casi total extranjerización de la banca en nuestro país. Lo que entre otras cosas, implica que el dinero de millones de ahorradores se pone a disposición de un pequeño grupo de empresarios. Los bancos no compiten entre ellos, funcionan como los engranajes de una máquina y colaboran unos con otros, no como rivales en una competencia, y lo peor de todo es que son un monopolio que controla el dinero, a la economía y en muchos casos hasta a los gobiernos.
Recientemente en España, uno de los gigantes financieros mundiales con presencia en México (BBVA) anunció la fusión con Banco Sabadell. La diferencia de tamaño y de valor de mercado entre las dos entidades es mucho más que significativa, con una relación de 10 a 1: BBVA vale en Bolsa unos 24 mil millones y Sabadell alrededor de 2 mil 400 millones de euros. Esta unión, les permitiría competir por el liderazgo del mercado español, disputado por la próxima unión entre Caixabank y Bankia (otra fusión). Las instituciones ocupan el tercero y cuarto sitio, respectivamente, en España.
El mercado ya anticipaba la coalición entre BBVA y Sabadell, lo que le dio paso al acuerdo entre CaixaBank y Bankia para crear el mayor banco de España, y las negociaciones en marcha entre Liberbank y Unicaja. Por tanto, a la misma conclusión: la banca española, cada vez más enfocada al negocio digital, seguiría consumando la mayor reestructuración de Europa.
Las principales implicaciones de las fusiones es hacer más rentables las empresas, pero también despidos masivos, cierre de sucursales y una potencial transición más acelerada hacia la tecnología para seguir abaratando costos. Hace apenas una década España paso de tener 55 bancos a tan solo tener 10, lo que sin duda implica una tendencia a la concentración de mercado y de la riqueza en detrimento de los consumidores.