Hoy en Europa es “sálvese quien pueda”: Sergio Ávalos
Por el desabasto en toda Europa, los países están aplicando el ‘sálvese quien pueda’ ante la crisis de Salud generada por la pandemia de Coronavirus COVID-19, lamentó el académico Sergio Ávalos.
Desde París, el defensor de los derechos humanos relató que ya no hay insumos médicos para el personal en Francia, pues los integrantes de la Unión Europea, e inclusive Estados Unidos, se están arrebatando lo poco que se produce en China y Rusia.
“La situación en Europa sigue siendo terrible. No hay mascarillas, ventiladores pulmonares, las enfermeras tienen que usar bolsas de basura, máscaras de buceo, de albañilería, para tratar de protegerse. Empieza a haber desabasto de paracetamol, de gel antibacterial, no hay tests. En este caos, los Estados Unidos le arrebatan cargamento de mascarillas a Francia, quien a su vez se las arrebata a Italia, República Checa intercepta cargamentos de Rusia o China. Europa hoy es ‘sálvese quien pueda’”.
Explicó que, aunque el confinamiento está programado para terminar el 11 de mayo, este será paulatino, pues se teme una segunda ola de contagios.
“El desconfinamiento será paulatino, siguiendo modalidades que no están claras. Siempre además con el temor de una segunda ola de contagios. En todo este contexto, quienes están falleciendo más en Francia son las personas de la tercera edad en los asilos, las personas con discapacidad en sus asilos, y personas que habitan en barrios más pobres”.
Finalmente, comentó que en el país galo hay un debate por el regreso a clases de niños y jóvenes, dado que estos podrían contagiar a sus padres y abuelos, que son la población más vulnerable.
“Hay todo un debate porque la fecha del 11 de mayor prevé el regreso a clases de los niños de escuelas primarias y secundarias, pero el debate es con respecto a los niños más pequeños, porque es muy difícil, aunque separes las mesas, que un niño pequeño siga de manera estricta las consignas de seguridad de distanciamiento social. Además, se sabe que los niños transmiten la enfermedad, y van a regresar a casa con la posibilidad de que contagien a los padres, y eventualmente a los abuelos. Es todo un debate. Se pretende que regresen los niños, pero restaurantes, bares y cafés van a seguir cerrados. Tenemos serias dudas, porque entre la disciplina alemana y la francesa, hay una diferencia importante”.