Clan del Golfo, acepta invitación de Petro para reunirse "por la transformación social"

El "Clan del Golfo", considerado el mayor cártel de la droga en Colombia, aceptó la invitación del presidente Gustavo Petro para sentarse a negociar en favor de la paz y "la transformación social".

Durante un evento público en Antioquia, el mandatario colombiano expuso ante los asistentes que, estaba buscando la posibilidad de sentarse a la mesa con las autoproclamadas "Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y denominado por el gobierno como "Clan del Golfo", para que dejen las armas.

"Clan del Golfo, quiere sentarse con el Gobierno Nacional a hablar, vamos a hablar de paz, bueno, vamos a hablar, entonces yo pongo unas condiciones dada la experiencia, yo le he pedido a la nueva fiscal general de la nación (Luz Adriana Camargo) que hablemos de acogimiento colectivo a la justicia... yo si creo que se pueda negociar, pero tiene que tener muy claro que no se entra a negociar para duplicar el narcotráfico, sino para acabarlo", indicó.

Afirmó que, si aceptan las condiciones del gobierno y abandonan el narcotráfico, la adquisición de recursos de procedencia ilícita, la extorsión y el tráfico de migrantes, entonces se podrá firmar un acuerdo, de lo contrario, dijo, su administración tiene el objetivo de aniquilar al Cártel del Golfo.

Ante el llamado de Gustavo Petro, el Ejército Gaitanista de Colombia, emitió un comunicado, en el que dijo aceptar la invitación, pese a que, el Gobierno insiste en desconocer su identidad y nombrarlos de otra forma.

"Aceptamos la invitación hecha por el señor presidente, en el sentido de sentarnos a negociar las condiciones políticas que permitan las transformaciones sociales que todos queremos para las regiones donde hacemos presencia", se lee en el documento.

Además, dejaron en claro, que, las economías ilícitas existen en las regiones mucho antes de que ellos se crearan como organización; asimismo, aseguraron que no tienen el poder de crear las condiciones para que se registre un flujo migratorio de las proporciones del que se vive en los últimos años en el Darién.

"No tenemos ninguna relación con este nefasto tráfico, que se aprovecha de los sueños de migrantes de muchas nacionalidades, para explotarlos y a menudo abandonarlos a su suerte", indicó.