Sentí que iba a morir y no estaba listo: Manuel Andrade
El exgobernador de Tabasco comparte por primera vez, su experiencia tras el infarto cerebral que sufrió hace 4 meses
El exgobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz, reconoció que, con las enfermedades que sufrió en los últimos meses, que le ocasionaron un infarto cerebral, pensó que moriría.
En Telereportaje, el exmandatario habló de su experiencia al sufrir de una cetoacidosis ocasionada por los excesos que tuvo en su vida, que consideró se agravaron en junio, tras acudir a diversos eventos como la Feria, visitas a municipios o al béisbol.
"No tenía yo la misma coordinación del lado izquierdo y del derecho. Los médicos me pidieron un chequeo, y no tenía nada que fuera grave. Al tercer día nuevamente sentí un dolor de cabeza y una agitación respiratoria. En ese momento los médicos deciden que vaya al hospital. Me metieron a terapia intensiva. Determinan que tuve una cetoacidosis, que es una combinación entre triglicéridos, presión alta, azúcar, y eso me pone en coma. Cuando me levanto en cama, estoy paralizado. No puedo hablar. Fueron 15 días hasta que los doctores tomaron la decisión de sacarme. No podía caminar, estaba en silla de ruedas. Mi experiencia a lo mejor le puede servir a alguien. A mí me dio un infarto cerebral".
Andrade Díaz consideró que no estaba listo para morir, particularmente porque dejaría a sus hijos de 18 y 12 años sin padre, lo que le hizo replantearse el cómo llevaba su vida de salud física.
"Sí pensé que me podía morir. Estoy muy agradecido con Dios que me dio la oportunidad de aguantar. Tengo el convencimiento que fue para algo. Creo que me faltan muchas cosas por hacer, entre ellas sacar adelante a mis hijos que están muy chicos. Me costaba trabajo poder soportar dejar a mis hijos tan chiquitos. Aprendes en esto que cambian las prioridades de tu vida. Sirve para corregir todos los problemas que tengas pendientes en tu vida. - ¿Te excediste? – Me di cuenta que abusé".
El exgobernador narró que, tras este episodio, habló con cada uno de los miembros de su familia, quienes le externaron el dolor que hubiera significado perder a su padre, ya que estimó tener un hogar muy unido.
"El reclamo es: ‘entiende que nos haces falta, que te necesitamos’. Uno me dijo: ‘¿Con quién voy a cantar si no canto contigo? El reclamo del grande fue: ‘No te cuidaste. Yo te lo dije. Ibas a ir conmigo a hacer ejercicio. Quedaste de ir conmigo desde hace seis meses. Quedaste de hacer dieta conmigo y nunca la hiciste. ¿Ya viste las consecuencias? ¿Crees que no estoy enojado contigo? No tienes derecho a hacerme esto’. Con mi mujer, no me va a alcanzar la vida para agradecerle a ella todo lo que ha hecho por mí. Con esa mujer yo estoy en deuda".
Producto de la enfermedad y de la etapa de rehabilitación que contempla una mejor alimentación, ejercicios físicos y mentales, Manuel Andrade ventiló que ha bajado 32 kilos, situación que lo ha hecho una persona más emocional.
"El primer diagnóstico que me dan todos es que, para rehabilitarme, requería una terapia que llevaría en promedio un año. Hablé con Elvira, con mis hijos, y con el apoyo de ellos tomé la decisión de meterme a hacer ocho horas diarias de rehabilitación. Me siento muy contento porque ya camino, recuperé la movilidad. Tengo un desfase facial. Mi hablar es casi normal. Estoy trabajando en el manejo de mis emociones, porque quedas muy sensibles. Veo un perrito cojeando y lloro".
A ese respecto, Andrade Díaz lanzó un llamado a quienes tengan temas pendientes con personas queridas, a que tomen su experiencia y concilien las relaciones que pudieran estar dañadas.
"Yo ya soy una persona completamente diferente al de antes. - ¿Te tenía que pasar esto para darte cuenta? – Yo creo que sí. Yo tengo una oportunidad que no todos tienen, estar aquí. Es un milagro. Haber pasado la crisis, haber salido dos veces, y estar como estoy, es un milagro de Dios. La gente debe pensar que si se peleó con su mamá, háblale, discúlpate, da tu el paso. Se siente una gran tranquilidad. Eso la gente lo debería valorar".
En otro momento, el ex priísta habló de adversarios políticos como el exgobernador Arturo Núñez, y el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, a quienes dijo no guardarles rencor por sus diferencias públicas.
"Yo nunca he tenido odio con nadie. Hemos tenido diferencias muy fuertes y marcadas, y algunos se enojaban conmigo por lo que yo les decía. Hay gente a la que no atacas cuando la mencionas, sino que la describes. Ahora estoy en otro plan, no vengo a pelearme con nadie. - ¿Adversarios políticos? – Tengo diferencias con muchísima gente porque no estoy de acuerdo con lo que hacen. - ¿Arturo Núñez? – No tengo problemas con él, él probablemente tenga un problema conmigo. Yo fui amigo de Arturo, me lo he encontrado, nos hemos saludado. - ¿A Alito Moreno? Que te ha bloqueado. – Independientemente, políticamente hablando, aquí cada quién tiene sus consecuencias".
Al final, Manuel Andrade reconoció que no ha dejado de mantener aspiraciones de regresar a la política, aunque aclaró que sus prioridades están puestas en su salud y en su familia.
"¿Sigues teniendo aspiraciones políticas? – Sí. Una cosa no tiene nada que ver con la otra, pero no está en mi prioridad ahorita. Me han invitado porque se van a crear nuevos partidos políticos, pero mi prioridad es mi rehabilitación. Ya habrá tiempo. Ahora grabo comentarios en mis redes, pero no falta quien me pregunta ‘¿qué estoy haciendo como ex gobernador?’. No es mi chamba. Yo ya fui piñata y me dieron garrotazos hasta que se cansaron, los que hoy gobiernan. Ahora les tocó ser piñata, que aguanten el garrote. Y el que llora, no sirve para ser político. Cuando me desperté, no supe quién había ganado. - ¿Qué hiciste cuando te enteraste? – Por poco me vuelve a dar la chiripiorca. El problema que tiene la oposición es que siguen peleando con AMLO, pero él ya se fue a ‘La Chingada’. Ya no es él, aunque lo maneja todo a través de sus hijos, de su gente. La estrategia tiene que ser diferente".
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