Lorenzo y Jr eran maltratados “tengo miedo de que regresen a lo mismo”, dice don Herminio
Recuerda a sus loros como sus hijos
En 1981, cuando don Herminio se vio por primera vez con Lorenzo, su loro cabeza amarilla, éste era maltratado, vivía en estrés, algunos niños jugaban con él y lo hacían de manera agresiva. Además, su plumaje era pálido, por esa razón pidió comprarlo y ahí fue cuando la historia de ambos, comenzó.
30 años más tarde, es decir en 2012, llegó a su vida Jr., su segundo loro, quien también tenía una historia triste: estaba siempre enjaulado, no comía a sus horas y tampoco lo que debía, por lo que también fue rescatado por don Herminio.
“Ellos son unos animales sumamente amados por mí, para mí no son mascotas, no son loros, son como mis hijos, toda mi vida he estado con uno de ellos, yo siempre he dicho que él es mi hijo y mi mejor amigo, están muy acostumbrados a mí y yo a ellos, al no estar conmigo, para mí no están en mí”, dijo.
Don Herminio se ve con los loros como un equipo, todas las tardes realizaban actividades recreativas, además de que conoce sus gustos y necesidades.
“Esos animalitos no pueden estar en un mejor lugar que conmigo, porque yo sé sus gustos, ellos saben cuánto los quiero y el amor que yo les tengo, en mejor lugar no pueden estar; todas las tardes los sacaba yo a caminar, por el estrés, uno en cada mano, esos animalitos no hacían ni por volar ni nada, eso es de toda la vida, siempre todas las tardes los sacaba yo a caminar, aquí les tengo ni en jaula, sino en este, como arbolito”, dijo.
“Yo no los saqué de su hábitat, yo los rescaté de las personas que los sacaron de su hábitat y les doy, créame, una vida digna”, dijo.