Trasplante de riñones, un regalo de Dios y de un desconocido: Padre Denis

Califica a Tabasco como semillero de vocaciones sacerdotales

Trasplante de riñones, un regalo de Dios y de un desconocido: Padre Denis

A más de cinco meses de haberse sometido a su última cirugía de trasplante de riñones, el sacerdote Denis Ochoa Vidal consideró que del proceso en el que pudo haber perdido la vida, salió más feliz y agradecido con Dios y con la persona que le donó los órganos vitales.

En Telereportaje, el prelado explicó que los médicos le pidieron seguirse cuidando, para que no haya un rechazo a los riñones, pues en cualquier momento, sus condiciones físicas podrían cambiar, situación que dijo ver con optimismo.

"Le agradezco a Dios todo lo que ha hecho. Hasta el momento vamos bien. Ha sido una experiencia que me ha pulido, gracias a Dios no tuve depresión sino más bien optimismo. Todo puede pasar, eso lo advierten los médicos, hasta morir. Si el Señor me permitió vivir es para su gloria. Ha sido un regalo, vivo muy agradecido con la persona que donó los riñones, aunque no conozco quién era (sic)".

Sobre su futuro, Denis Ochoa aseguró que no le gustaría retirarse de las actividades eclesiales, y que más bien, buscaría reforzarlas con más docencia hacia los nuevos seminaristas.

"El riesgo será permanente, si uno deja de cumplir las condiciones. A los 6 meses me dijeron que uno puede cantar victoria. - ¿Ha pensado en la jubilación? – Mientras pueda ser útil, no. Nosotros dependemos del obispo. Uno de mis anhelos es dar clases en el Seminario".

Recordó que, con el obispado de don Rafael García, se importaban muchos seminaristas de lugares como Jalisco, pero a partir de ahí, se apostó por la pastoral juvenil.

Ochoa Vidal relató también que el propio don Rafael, lo centró con un Salmo que marcó su vida, ante una posible aspiración para convertirse en el primer obispo tabasqueño.

"- ¿Alguna vez aspiró a ser obispo? – Una vez don Rafael me mostró un Salmo que decía: ´No aspiro a grandezas que superan mi capacidad, sino que modero mis deseos como un niño en brazos de su madre´. Yo pensé que quería vivir en plenitud mi sacerdocio. - ¿Pero le interesó alguna vez? – Aspiración personal, no. La Iglesia es jerárquica, no se hacen campañas. Sería frustrante ilusionarte con algo que no depende de uno".

Finalmente, el prelado calificó a Tabasco como un semillero de vocaciones sacerdotales, dada la cantidad de seminaristas que año con año se inscriben, y quienes continúan su vida, ya como diáconos y como curas.

"En el Seminario, la formación sacerdotal, enfrenta retos muy fuertes, porque si hay descomposición familiar, un ambiente difícil, esos son los alumnos que se reciben. Alguien me decía que en Monterrey ingresaron 3 alumnos, y en Tabasco 25. La persecución religiosa hizo en Tabasco una poda, y se está reverdeciendo. - ¿Veremos a otros tabasqueños obispos? – Yo creo que sí. Si no en el momento, sucederá en la historia de Tabasco".

 

Aquí la entrevista completa: 

Short Link: https://is.gd/zFvXTz