Perito criminalista perdió la vista por rara enfermedad y ahora busca reinsertarse en el campo laboral
Hace las labores del hogar, cocina e incluso sabe cómo llegar a la tienda que está cerca de su casa
La coroideremia es una enfermedad ocular hereditaria que se manifiesta por disminución progresiva de la visión en ambos ojos y su incidencia es tan baja que afecta a 1 de cada 100 mil habitantes. Uno de ellos fue don Enrique Guzmán García, quien era perito técnico criminalista, pero tuvo que pensionarse al perder su principal herramienta de trabajo que es su vista.
Durante 26 años laboró para la entonces Procuraduría General de Justicia de Tabasco que después pasó a ser Fiscalía General. En 1999 mostró los primeros signos de esta enfermedad.
En julio del 2013, don Enrique aprovechó un programa de retiro voluntario, debido a que su enfermedad estaba avanzando y lo exponía a sufrir un accidente.
Ya pensionado, tenía acceso a atención especializada en el Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana, siendo referenciado por el ISSET. Eso le ayudó a tener dos operaciones oculares en 2015 y 2019 que le ayudaron a mantener el 3% de su visión que, aunque de manera tubular, todavía puede distinguir contrastes.
Lamentablemente en ese 2019, el ISSET dejó de tener el convenio con ese instituto de oftalmología, siendo enviado ahora al hospital General de México en donde le han dicho que no cuenta con los estudios necesarios para su adecuada valoración y seguimiento.
A 11 años de haberse retirado, con su enfermedad, gastos diarios de alimentación, en medicinas, servicios básicos y el descuento de su crédito hipotecario, don Enrique busca reincorporarse a la vida laboral. Y es que expuso que las deudas lo están consumiendo y sus gastos ascienden al doble de lo que cobra de su pensión.
Junto a su esposa Juliana Arévalo han tenido que vender algunas pertenencias y dijo que el último recurso será vender su casa.
Enrique Guzmán se mueve bien dentro de su domicilio ubicado en la ranchería Buena Vista Río Nuevo entrada a Río Seco.
Siempre que los muebles y objetos no se muevan de lugar, el sabe cómo llegar a ellos. Hace las labores del hogar, cocina e incluso sabe cómo llegar a la tienda que está cerca de su casa.
El perito técnico criminalista con muchos años de experiencia sólo quiere sentirse útil de nuevo y salir de deudas en el camino. Está listo para dar asesorías a abogados y en proyectos e incluso compartir sus conocimientos en las áreas educativa y formativa.
Sólo busca una oportunidad.