Monseñor Roberto Madrigal celebra 25 años de ordenación sacerdotal
En la misa participó el Obispo de Tabasco, Don Gerardo de Jesús Rojas
Arropado por el presbiterio tabasqueño, monseñor Roberto Madrigal Gallegos, celebró desde su natal Iquinuapa, Jalpa de Méndez, sus 25 años de ordenación sacerdotal, así como sus 55 años de vida, que cumplió el pasado 8 de diciembre.
Previo a la misa que celebró en la Ermita Nuestra Señora de Guadalupe, en la colonia La Riverita, el ahora Obispo de Tuxpan, Veracruz, hizo una procesión desde casa de sus padres hasta la iglesia, con la imagen de la Morenita del Tepeyac.
Durante la misa también participaron como concelebrantes, los obispos de Tabasco, Don Gerardo de Jesús Rojas López y de Coatzacoalcos, Rutilo Muñoz Zamora.
En su homilía, Monseñor Madrigal Gallegos agradeció, en primer lugar a Dios y a la Virgen de Guadalupe, por estos 25 años de ministerio sacerdotal, y a su familia por el apoyo, así como a la Diócesis de Tabasco, de donde salió como sacerdote.
“La Eucaristía y el sacramento del Orden Sacerdotal nos convocan aquí para celebrar este jubileo de un servidor y de mi hermano, el padre Santos Lázaro de la Cruz, 25 años que fuimos ordenados sacerdotes. Aquí estamos celebrando las bodas de plata, para agradecer nosotros el don de la llamada y de la respuesta que le damos”, dijo.
De igual forma, agradeció a la comunidad eclesial de Iquinuapa por el apoyo que ha recibido durante estos años de ministerio y enfatizó su agradecimiento a Dios, por lo que le ha dado, sobre todo de las parroquias donde estuvo como sacerdote.
“La vida siempre se enmarca por las personas, por los lugares y las circunstancias que se van viviendo a través del tiempo, así ha sido mi vida a lo largo de estos 25 años de ministerio, por eso en esta oportunidad que tengo, quisiera compartir en esta homilía, que fuera una gratitud, porque eso es lo que he venido a hacer”, agregó.
También contó que la vida sacerdotal le dio la oportunidad de viajar al Vaticano para formarse, sin embargo subrayó que no cambia el pozol, el tamalito y el zacahuil.
“La experiencia de salir de casa, del estado, del país, dejar el confort donde a veces uno puede encontrarse, te hace experimentar, pero a la vez la gran oportunidad de conocer y ampliar la visión de la vida, de Dios y del vida. La ciudad eterna, la capital del mundo, donde la pizza y el spaguetti salen sabrosos, pero no lo cambio por el pozol, ni el tamalito, ni el zacahuil”, indicó.
Monseñor Madrigal Gallegos recordó al Obispo Don Florencio Olvera Ochoa, al mencionar que fue quien lo ordenó sacerdote, y a Don Benjamín Castillo Plascencia.
Finalmente, destacó su ministerio ahora como VI Obispo de Tuxpan, Veracruz, donde tiene a cargo 62 parroquias y 92 sacerdotes.
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