Jesús nos cuestiona dónde tenemos puesto el corazón en este Viernes de Cuaresma: Padre Valencia

Sinceridad y arrepentimiento: Claves de la Cuaresma

• Andrés Olmos
• Marzo 28, 2025 - 07:17 a.m.
• TABASCO

El espíritu de la Cuaresma es la sinceridad de un corazón arrepentido que se acerca a Jesucristo, reflexionó el padre Roberto Valencia, durante este Viernes de Cuaresma.

Indicó que, este día, en el Evangelio de San Marcos, se cuenta en pasaje bíblico donde Jesús enseña el mandamiento más importante, que es el de amar al Señor y al prójimo.

"En la primera lectura, el profeta Oseas se dirige a Dios y le dice: sinceramente Señor, estamos arrepentidos, perdónanos, ese es el espíritu de la Cuaresma, la sinceridad de un corazón que le pide humildemente perdón a Dios, porque somos humanos y nuestro corazón se extravía y pone su amor en cosas que no son Dios. Hoy le preguntan a Jesús, cuál es el más grande de todos los mandamientos, y Jesús responde: amarás al Señor tu Dios, con toda tu fuerza, con toda tu alma y con todo tu corazón. El segundo mandamiento es semejante a este, amarás a tus hermanos, al prójimo como a ti mismo", manifestó.

El párroco de la Parroquia Universitaria de San Marcos Evangelista dijo que este Viernes de Cuaresma, el Señor nos cuestiona en dónde tenemos puesto el corazón.

"El Evangelio nos invita este Viernes de Cuaresma a examinar dónde está puesto nuestro corazón, qué es lo que amamos. El rico ama su riqueza, el político ama al poder, y ahí pone su corazón. El Señor hoy nos dice, endereza el camino, el amor no lo debes poner en las riquezas y en la búsqueda del poder, el amor hay que ponerlo en Dios, que es el fin, las riquezas, son sólo un medio, el amor hay que ponerlo en el servicio al pueblo, en el bien común y entonces encontraremos el verdadero amor, que es el amor a Dios, Dios es el fin, lo demás son los medios", agregó.

Invitó a la feligresía para que, a través del ayuno, la oración y la penitencia, se acerquen humildemente al Señor Jesucristo y le pidan poner su amor en él, porque él es el que da la salvación.