Investigadores encuentran presencia de metales pesados derivado de actividad petrolera y agrícola en Samaria
El Manganeso y el Niquel rebasan las cantidades establecidas en las normas de Estados Unidos, Rusia y Canadá
Investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) encontraron presencia de metales pesados en el suelo de Samaria, relacionado con la actividad petrolera y agrícola en la zona.
La doctora en Ciencias en Química Aplicada, Mónica Maribel Yzquierdo Ruiz, presentó la tesis denominada “Evaluación Geoquímica-Ambiental de Actividades Antropogénicas en una Zona Aledaña al Bordo Samaria en Cunduacán, Tabasco”, para la cual realizó estudios y muestras de laboratorio.
Mismos que al realizar el análisis mineralógico se encontró silicatos, aluminosilicatos, tectosilicatos, nesosilicatos y sulfato de aluminio, en la petrografía abunda el cuarzo y nódulos de hierro.
Además, se hallaron 13 metales: Bario (Ba), Calcio (Ca), Cromo (Cr), Cobre (Cu), Hierro (Fe), Magnesio (Mg), Manganeso (Mn), Sodio (Na), Níquel (Ni), Plomo (Pb), Potasio (K), Vanadio (V) y Zinc (Zn), los cuales ninguno rebasa el límite máximo permisible, aunque resaltó que el Mn y Ni superan las cantidades establecidas en las normas de Estados Unidos, Rusia y Canadá.
En su estudio concluyó que las circunstancias geomorfológicas del sitio, las características físicas, químicas y mineralógicas generan las condiciones para que exista una migración y filtración de contaminantes como hidrocarburos y metales pesados en el suelo, aunado a las actividades agropecuarias que se suscitan en la zona de estudio.
Por lo que recomendó tomar medidas por posibles riesgos a la salud humana.
En entrevista, el asesor de la tesista, el doctor Carlos Mario Morales Bautista, de la DACB-UJAT, compartió sus puntos de vista sobre el fenómeno que ocurre en la zona de Samaria.
“Durante años, ese sitio ha estado sometido a derrames y demás, pero se ha cambiado la hidrología, porque se puso el bordo de contención, canales, algunos sitios de conexión, puentes y demás, para poner algunas instalaciones petroleras, de tal manera que quedan un poquito más arriba del nivel de todo lo demás, los pozos y las instalaciones. Posiblemente las remediaciones se llevan a cabo de acuerdo a la norma. Sabemos o investigamos nosotros, que el solvente citado en la norma, no extrae todos los hidrocarburos, especialmente donde hay derrames muy antiguos”, dijo.
Abundó que se han realizado estudios para actualizar el tipo de suelo, pues ya cambió al perfil que se tenía reportado en los registros agrícolas.
Refirió, que en el caso particular de Samaria, el suelo presenta ciertas particularidades debido a los “muy constantes” derrames de crudo por rupturas de ductos, y aunque se hacen las remediaciones por parte de Pemex, finalmente la exposición al material ocurre.
“El problema es que es acumulable, como el colesterol, el colesterol lo puedes tener encima de lo permitido, eso lo puedes tener un tiempo y lo tratas, baja, pero si eso permanece mucho tiempo, puedes tener enfermedades metabólicas que son peligrosas, es lo mismo con el metal pesado, hoy puede tener una concentración, pero como es acumulable puede ir aumentando la concentración, porque están expuestos a los derrames constantes. Es claro que el ordenamiento nos dice y nos pone unas pequeñas torrecitas e indicadores que nos dice: no cavar, no construir, y es admirable como hay casas construidas a lado de eso, el CONACYT lo nombra infiernos ambientales”, agregó.
El investigador recomendó que se implemente un reordenamiento donde se precise para qué tipo de actividad es apto el suelo de Samaria y de todas las zonas similares, por ejemplo, si es industrial o para la siembra, de qué tipo de plantación, y así evitar que las producciones sean afectadas por derrames o el uso de pesticidas.
Además, de ponerse estrictos y no permitir la construcción de viviendas en suelos destinados para uso industrial, para evitar la exposición de la misma ciudadanía.
“México está en legislación, está bien, en muchas normativas, se actualizaron, se van actualizando. La norma 138 no considera los tipos de suelos, los solventes para derrames antiguos, no es el adecuado, se deben hacer fracciones ARA, que son saturados, aromáticos, y para impactos ambientales, en vez de las fracciones del número de carbono, porque trae una respuesta química más adecuada que lo otro, se tiene que actualizar, si no se actualiza, caeríamos como en otros países. Si lo normamos, al menos está prohibido, se puede vigilar para que no siga pasando, y a quien lo haga, se sancione. Si actualizamos las normas, siendo más rigurosos, podríamos tener un mejor medio ambiente, sobre todo podemos reducir los riesgos a la salud, que es lo que se quiere hacer”, apuntó.
Finalmente, Carlos Mario Morales, insistió en que se deben actualizar las normativas, así como dar alternativas a los campesinos para que eviten el uso de pesticidas en la zona para que no contaminen sus cosechas al combinarlos con los químicos que ya se encuentran en el suelo, y finalmente que se creen programas de educación ambiental desde el preescolar hasta universidad.
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