Hasta 40 toneladas de pescados y mariscos esperan vender comerciantes del Pino Suárez… durante la Cuaresma

“No hay mucha gente comprando, están muy bajas las ventas, pero esto se debe a que los productos subieron de precio, como un 20%, además estamos pasando por una crisis, la gente no tiene economía y eso nos está afectando. Nosotros prevemos que en esta temporada vamos a vender unas 30 o 40 toneladas más o menos, pero sí tenemos producción o productos un poquito más, porque las ventas incrementan en Semana Santa”, comentó.  

Explicó que por ahora, el kilo de mojarra ronda entre 85 y 90 pesos, y el robalo, 160 pesos; sin embargo, los precios finales se conocerán el martes, cuando así lo acuerden los socios con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).  

“No podemos tener un precio fijo como en años pasados, que poníamos la mojarra en 45 pesos y ahí se quedaba, ahora es fluctuante, dependiendo de la oferta y la demanda. Ahorita se puede mantener los precios, dependiendo que haya producción y no escasez”, expuso.   

Collado Zapata pidió al Ayuntamiento de Centro que les permitan utilizar las tres cámaras de congelación que hay en el recinto, para almacenar hasta una tonelada y media de mercancía y evitar así desabasto de pescados y mariscos.  

“Tenemos más de dos años que no lo quieren ceder, son tres cámaras que están apagadas, echándose a perder, cuando nos sirve a nosotros para guardar productos y tengamos suficiente abasto para la ciudadanía”, refirió. 

El ciudadano Zaragoza Montores Chan, quien acudió a comprar cazón, compartió que en esta temporada suben los precios y denunció que no todas las balanzas están bien calibradas.    

“El precio sí ha incrementado, porque la mojarra ahorita la consigues en 95 pesos el kilo, la verdad que es un abuso, porque la mojarra se da siempre, además hay que tener cuidados con las balanzas, no todas las balanzas están al fiel, ya lo he comprobado”, aseveró.   

Cabe mencionar que la Profeco instaló una báscula de repeso en la primera planta del mercado, para que los consumidores puedan corroborar que les vendan kilos completos.