Gran inundación de 2007 lo “arrastró” a asentamiento irregular; teme ser desalojado
José de Jesús vive junto a su esposa e hija en un bordo de contención que divide a la laguna La Lima de Bosques de Saloya
Desde hace siete años don José de Jesús vive junto a su esposa e hija sobre el bordo de contención que divide la laguna “La Lima” del fraccionamiento Bosques de Saloya II en Nacajuca.
Compró un espacio de diez por siete metros en siete mil pesos y desde entonces esta es su casa. Reconoce que vive en un asentamiento irregular y a diario teme ser desalojado.
Fue habitante de Gaviotas Sur, en Centro, hasta que la inundación del 2007 lo llevó a perder todas sus pertenencias, fue entonces que inició su peregrinar por diversas colonias, hasta que las rentas fueron insostenibles y se mudó a este sitio.
Y aunque su ímpetu no lo ha llevado a claudicar, acepta que a sus 67 años es difícil encontrar trabajo. Su esposa y él mantienen su hogar con lo que reciben de apoyos de las pensiones del gobierno federal.
“Ahorita realmente la estamos pasando más o menos por el apoyo que nos da el gobierno. Le digo a mi esposa que aquí vamos a seguir aguantándonos, no tengo ni para donde agarrar porque un terreno sale carísimo, a veces no hay donde conseguir un terreno bueno. “Como pudimos conseguimos aquí, vamos para siete años aquí. No tenemos apoyo del gobierno estatal ni municipal”, dijo.
Laminas, palos y algunas lonas forman la estructura de su vivienda donde el piso es de tierra. Al interior, tiene una hamaca, una cama, así como un refrigerador y una estufa que le fue entregados como parte de los enseres repartidos tras las inundaciones de 2019.
La situación se tornó difícil para ellos, luego de que a su esposa le amputaron una pierna a causa de la diabetes, es por ello que agradecen que les regalen desde comida hasta ropa.
“Ahorita fui a buscar una despensita porque se fue mi esposa, como le dan cualquier cosa. Ahorita ya no me dan trabajo, era yo carpintero, lo sé hacer, yo le echo ganas, pero a veces (me dan trabajo) una semana, ahí me ven mendingando por todos lados”, señaló.
Don José afirma que si tuviera dinero no viviría en este lugar ni bajo estas condiciones, pues señala que su preocupación diaria es conseguir qué comer, ya que los que viven en este camellón de tierra no pagan luz ni agua.
Narró a Telereportaje que nació en Emiliano Zapata, aunque se trasladó a Villahermosa a trabajar en una constructora, donde laboró 15 años y no lo liquidaron tras despedirlo, pues la empresa se declaró en quiebra.
Afirma que con lo que habría recibido pudo haber puesto su propio taller de carpintería, el cual estima, con 70 mil pesos echa a andar.
.“Pues quizá si me hubieran dado un dinero hubiera yo comprado un equipo de carpintería, tuviera yo mi equipo. Una sierra te viene saliendo como en 15 mil pesos, más material, madera y todo (…) para sobrevivir”, expuso
Y aunque la situación es adversa, este adulto mayor asegura que vendrán mejores tiempos.
El próximo año llevará a su hija de cuatro años al jardín de niños y eso anima a su esposa y a él.
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