Casas y comedor de primaria se reducen a ruinas en 9 meses, tras erosión en El Bosque
Los habitantes mencionaron que cuando hay mal tiempo, en ocasiones, se junta el mar con el río Usumacinta, lo que agrava más esta situación y pone en peligro a toda la comunidad de El Bosque
Tal es el caso de una casa de dos plantas que estaban construyendo, aunque en febrero pasado, ya estaba fracturada de un pilar, hoy luce en el suelo, con la mitad entre el agua.
Otro caso es el desayunador o comedor de la primaria, que una parte del techo, ya está en el suelo, sin piso, que fue “comido” una parte por la erosión.
La escuela, que también se ha ido reduciendo por esta problemática ocasionada por el cambio climático, los padres de familia tuvieron que colocar una cerca de malla, para evitar que los niños caigan al mar, que se encuentra a escasos seis metros de la primaria.
Por su parte, doña Etanislada Cardoza Carrillo, quien fue una de las primeras víctimas de la erosión en febrero pasado, dijo que el único recuerdo que quedó de su vivienda, fueron fotografías.
“Ahora si que vino el mar, y dijo a comer, a comer, a subir, y así estuvo continuamente, hasta que acabó con mi casa -¿Pudo rescatar sus cosas?– Sí las rescaté, pero ya mojadas -¿Dónde vive usted actualmente?– Allá, en frente de la Conasupo -¿Casa de quién es?– Rentada -¿Qué fue lo primero que pensó cuando perdió su casa?– No sé si está bien o mal, pero yo dije: Dios me dio y Dios me va a dar algo mejor”, expresó.
Al respecto, doña Silvina Santana Sosa, indicó que algunas familias afectadas, han tenido que emigrar, dejando toda una vida de recuerdos en El Bosque, por ello, urgió la reubicación de toda la colonia.
“Miren como está, todas mis compañeras quedaron sin casas, algunas se refugiaron, algunas se tuvieron que ir a otros lados, lo perdieron todo, con tanto sacrificio. Nosotros lo que queremos es pronta reubicación, pero ya, somos los primeros y seremos los últimos y somos la colonia olvidada”, comentó.
Los habitantes mencionaron que cuando hay mal tiempo, en ocasiones, se junta el mar con el río Usumacinta, lo que agrava más esta situación y pone en peligro a toda la comunidad de El Bosque.