Desde el inicio de la pandemia, tabasqueños han vivido su propio Vía Crucis, reflexiona padre Roberto Valencia

“Hace un año la humanidad era condenada a muerte y veíamos la angustia de las familias en cuarentena, los trabajadores despedidos, los médicos agobiados, la economía detenida, esa era la primera estación, precisamente en una Semana Santa. Vino la segunda, la humanidad carga con la Cruz, veíamos la falta de medicamentos, la falta de respiradores, no había respiradores suficientes, no había los oxímetros, los hospitales colapsando, las cifras crecían; el tercero fue el Cirineo ayudando a Jesús”, explicó.

En su caso, comentó que le ha tocado acompañar a muchas mujeres viudas que han perdido a sus esposos y mamás que han perdido a sus hijos, lo cual dijo, es lo que más le ha partido el alma durante esta pandemia, y que se compara cuando Jesús consoló a las mujeres camino al Gólgota. 

“Luego vino la cuarta estación, las mujeres llorando, ver a las viudas, a las mamás que habían perdido a sus hijos, los que no pueden viajar para verse, que viven en otros países; luego viene la muerte de Cruz, esta Cruz que se llama COVID, que dejó en Tabasco hasta el fin de semana 4 mil familias heridas”, agregó.

El párroco de la Parroquia Universitaria de San Marcos, apuntó que la vacunación se compara a la resurrección de Jesús, después de todo el martirio que vivió camino al Calvario.

“Que viene algo, que viene la vacuna, que se está vacunando a los ancianos primero, los médicos, se acerca el día de la Resurrección. ¿Cómo es la resurrección en una época de COVID? Anunciar hasta el cansancio que se acerca el Dios de la vida, Cristo nos dice: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado”, dijo.

Por todo lo anterior, enfatizó que la resurrección de Jesús es el momento más importante para todo cristiano, que no puede pasar por alto esta fecha tan gloriosa, por ello, conminó a los feligreses a que en esta Pascua enciendan su generosidad.

“La bondad, el amor, la justicia, la solidaridad, y eso es lo que queremos nosotros, que en esta Pascua, precisamente a eso invitamos a la gente, para que nos encendamos otra vez, para ayudar al pobre, al que está todavía sufriendo de COVID, al que todavía sigue en la pobreza. La Pascua no es irse de vacaciones y comprarse una cerveza en Pico de Oro, sí es descansar también, pero aprender a solidarizarnos”, comentó.