Dan último adiós a José Juan, algodonero con problemas de insuficiencia renal

Nació en Chiapas, aunque desde joven llegó a la entidad

• Michel Balcázar
• Febrero 04, 2025 - 10:45 p.m.
• TABASCO

En julio de 2020, en plena pandemia de COVID-19, esta acción se viralizó en redes sociales, una persona descendía de su camioneta pese a la intensa lluvia para comprarle todos los algodones de azúcar que vendía José Juan.

En esa fecha Telereportaje buscó al vendedor ambulante, quien relató cómo fue esa noche, cuando la venta había sido escasa.

“Me dijo ya no le quiero ver vendiendo, ya váyase (…) me compró 38 algodones, los subió todos a su camioneta, yo no había vendido mucho y estoy agradecido con él”, dijo.

Don José Juan falleció este martes a los 42 años, luego de enfrentar a la diabetes por más de 20, misma que lo dejó sin visión en uno de sus ojos y con la amputación de dedos en uno de sus pies, a causa de la homeopatía diabética.

Su situación se agravó hace 13 meses cuando le detectaron insuficiencia renal crónica. Hace unos días Telereportaje lo volvió a entrevistar.

“Él ya va a descansar, sufrió mucho (…) su cuerpo colapsó lamentablemente, se veía muy mal, no podía respirar, se le llenaron de agua sus pulmones, el azúcar la mantuvo alta”, señaló Silvia del Carmen Valencia Vasconcelos, amiga de don José Juan.

José Juan fue vendedor de algodones de azúcar por más de 30 años.

Este martes, una de sus hermanas, amigos y vecinos lo despidieron en la vivienda donde rentaba en la calle Altamirano, de la colonia Atasta.

“Muchos diríamos en esta hora sufrió el hermano, padeció el hermano, estuvo en su soledad, aparentemente no tenía a nadie, pero no es así, ángeles y arcángeles estaban con él en este lugar”, dijo un pastor durante un culto de despedida.

A don José Juan lo conocían como “Larry” o “El algodonero”. Nació en Chiapas, aunque desde joven llegó al Estado. Durante muchos años rentó en Atasta, donde se hizo de amigos.

“Aquí sus vecinos de toda la gente de esta calle nos apoyaron (…) le dieron sus pañales, le dieron todo y me apoyaron a mi en cosas de que en algún momento no sabía qué hacer y ellos fueron un gran apoyo.

“Mucha gente lo conocía, mucha gente lo apreció, esa gente es la que hoy lo está apoyando”, expresó.

La comunidad de Atasta lo despidió de manera emotiva.

En redes sociales también hubo personas que dedicaron mensajes a don José Juan, incluso, algunos compartieron anécdotas de cuando al verlo enfermo lo ayudaron a vender los algodones o se los compraron todos.