Con Peña Nieto, San Lázaro “todo era show y estaba amarrado”: Mayans

Explicó que quienes llegaban a escribir las leyes eran enviados del Gobierno Federal y no los legisladores, pues estos últimos “ni leían los dictámenes”, y los aprobaban.

“Yo lo denuncié muchas veces en Tribuna, todo el proceso que se dio en el Senado y en la Cámara de Diputados. Uno habla en corto con los legisladores y te dicen que no están de acuerdo, entonces pudo ser un tema de dinero o de una propuesta de candidaturas, o ambas cosas. El presupuesto o las iniciativas de Peña Nieto las hacía el propio Gobierno dentro de San Lázaro, y los legisladores eran el conducto para hacer un espectáculo. Era un show y estaba amarrado”.

Agregó que, cuando no se tenían los votos necesarios para aprobar una ley, se acudía a dar dinero en efectivo y ofrecer puestos políticos, lo que estimó, ya se acabó con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Iban sumando votos, y entonces veían quién era el más débil, o el interesado, o la ambición del dinero, y por ahí se iban. Si eras ese tipo de legisladores, era muy vergonzoso. Los recursos que llegan de esa manera, se está revirtiendo con un presidente que está enfocado en luchar con la corrupción. – Se habla de que en el Senado llevaban maletas de dinero a fin de año, para agradecer a senadores. – Yo nunca lo vi. Obviamente cuidaban las formas. Ellos sabían con quién se metían”.

Inclusive comentó que esas prácticas ocurrieron en el Congreso local durante el Gobierno de Manuel Andrade Díaz, lo que ocasionaba que diputados saltaran de una bancada a otra, inclusive del mismo PRD, partido en el que militaba.

“También fui diputado local, y también pasaba en la diputación local. Esto siempre se ha manejado así. De repente ves a un compañero que se brincaba a otro lado, pero no era de a gratis. – Cuando fuiste diputado local, ¿quién era gobernador? – Era Manuel Andrade. – O sea que él compraba a los diputados. – Bueno, adentro de la Cámara había ese tipo de cosas. De repente el PRD se dividía. A veces la ambición acaba con los principios. Eso es ser vulgar”.

Finalmente, Fernando Mayans justificó que no tiene pruebas, pero que sabe de esas prácticas porque estuvo ahí, y había inconsistencias entre sus compañeros de bancada.