Busca CEAS certificar calidad de tratamiento de mega planta
El agua depurada sería comercializada para uso agrícola o industrial
Tras la puesta en marcha de la Megaplanta de Tratamiento de Aguas Residuales Noroeste, la CEAS ahora busca certificarla en calidad de tecnología y procesos, para destinar sus aguas al uso industrial o agrícola.
La jefa de Operaciones de la planta, Jésica Yesenia Hernández Méndez, explicó que para el tratamiento se usa un proceso ecológico de lagunas, que luego de recibirla, depuran el agua y realizan una primera separación con biofiltros de sólidos en tanques.
Asimismo, recordó que la capacidad instalada de esta planta es de 750 litros por segundo, con posibilidad de expandirse a mil 050, para sanear el 74% de las aguas residuales de Villahermosa, y ahora se trabaja en acreditar las normas de calidad.
“Ahorita estamos en un prearranque, estamos empezando, se está probando, como era una planta que no se echaba a andar, y entonces, estamos en ese proceso de estabilización, y entonces, y mi finalidad es que sea realmente la mejor planta del estado de Tabasco y mostrar que realmente puede ser y dar una calidad de agua, en base a lo que nuestras normas de calidad nos piden”, explicó.
Por su parte, el director general de CEAS, Armando Padilla Herrera, señaló que solo después de este proceso de tratamiento, lo que antes eran aguas negras, ahora depuradas, son vertidas al arroyo Pochitoque, que desemboca al Grijalva, con la certeza de que el agua ya no está contaminada.
“Por eso vamos a arrancar un proceso también de certificación, para que desde su origen hasta el final del destino de la planta, pueda certificarse con la Norma ISO-9001-2015, que sea un proceso que obviamente estamos entregando a la población de un agua libre de gérmenes y de bacterias, e incluso, para uso industrial o uso agrícola”, comenta.
Padilla Herrera indicó que tras ser tratado, el líquido puede ser destinado para uso agrícola e industrial y reveló que la CEAS se encuentra en negociaciones para vender esta agua tratada a una primera empresa interesada; de ahí, la importancia de certificar la planta en normas estatales y federales.