Retienen y extorsionan comuneros de Chiapas a familia de Teapa tras accidente en Palenque
Una familia de Teapa, Tabasco, vive un completo infierno desde este viernes, ya que luego de sufrir un accidente automovilístico en la carretera Ocosingo-Palenque, en Chiapas, fueron retenidos y extorsionados por habitantes del ejido Belisario Domínguez.
El señor Carlos Arturo Rabelo Ferrer, quien accedió a ser entrevistado por Telereportaje, contó que se dedica a la venta de productos ganaderos y una vez al mes sale a vender su mercancía a poblados cercanos en Chiapas; sin embargo, la tarde del viernes 21 de enero viajaba, junto a su hijo, rumbo a Salto de Agua, pero al llegar a la zona conocida como el “Chimborazo” su auto patinó, ya que el pavimento se encontraba mojado y terminó colisionando contra una camioneta de doble cabina, la cual era utilizada para transportar gente de un poblado a otro.
“Salimos mi hijo y yo y en cinco minutos ya había barbaridades de gente, entonces llegó la policía, para eso, la gente quería llevarme a un ejido que estaba cerca y yo les dije que no y querían llevar a mi hijo y les dije que no, le dije a mi hijo, pégate con las autoridades, le vamos a hablar al seguro, a mí la Cruz Roja me auxilió y me llevó al hospital, mi hijo se queda con las autoridades”, dijo.
Tras el fuerte impacto, el comerciante sufrió una fractura en su brazo derecho, desde la altura del hombro hasta el codo, por lo que fue trasladado al Hospital General de Palenque, pero al llegar fue avisado por unos comuneros que su hijo y su auto siniestrado se encontraban retenidos en el ejido Belisario Domínguez y no sería liberado hasta que él viajara al pueblo para llegar a un acuerdo.
“Llegaban dos personas atrás de mí, ahí pegados y se hacían pasar, uno se hacía pasar como familiar mío, que ellos se hacían responsables de todo, cualquier cosa y todo el rollo, posteriormente me comunican ellos que tienen a mi hijo, en la comunidad y que querían que yo me fuera para allá, que allá íbamos a tomar acuerdos, entonces tenían a mi hijo allá, no me sacaron, pero me estuvieron insistiendo, insistiendo, vete, te conviene, yo sé lo que te digo, o sea, como una especie de amenaza, súbete, súbete bien tú, ya nos fuimos y se fue la camioneta llena de gente y otra camioneta atrás”, explicó.
El señor Carlos Arturo relató que siempre estuvo en la disposición de resarcir los daños, pero los ejidatarios no quisieron que fuera el seguro quien pagara la unidad siniestrada, por lo que exigieron 300 mil pesos en efectivo, el cual debía ser entregado el sábado, pero en garantía se tendría que quedar su hijo, quien no había recibido atención médica tras el choque.
“Yo les dije que no, que no tenía esa cantidad, que cómo iba yo a pagar una cosa que era indebida, que era lo justo, negociamos que eran 230, entonces yo les dije que no puedo, entonces de tanto estirar y estirar yo les dije que no iba a pagar nada, que mi hijo estaba enfermo y que yo estaba mal, que eso era un secuestro, que cualquier cosa lo veríamos con las autoridades allá y que no, que ellos son las autoridades ahí, entonces de qué manera nos podemos entender porque yo no tengo 300 mil pesos, quedamos que yo les devuelva una camioneta de doble cabina igual, hicimos una minuta donde yo me comprometía que les iba a pagar una camioneta del mismo modelo, eso fue todo y de ahí me dejaron salir y los dije que si salía mi hijo yo les dejaba un Tsuru y ellos dijeron que no, les dejo otro carro, que no, entonces mi hijo se queda”, contó.
Para poder reunir la cantidad de 150 mil pesos, que equivale al costo de la unidad que colisionaron, los gastos de arrastre y el pago del personal que le solicitaba el comisario ejidal, el comerciante tabasqueño tuvo que rematar cuatro vehículos con los que contaba su familia, además de que recibió el apoyo de amigos y familiares, pero no fue suficiente, pues los pobladores exigen una camioneta de la misma marca, modelo y color, para poder liberar a su hijo.
“No quisieron, pero mi hijo como estaba golpeado, se quedó mi otro hijo a cambio -entonces a su hijo el lesionado lo tuvieron prácticamente secuestrado dos días- es correcto, para poderlo sacar se tuvo que quedar mi otro hijo en garantía con ellos, mi hijo me estuvo mandando mensajes y me dijo que lo estaban tratando bien, de eso no me puedo quejar y luego no sé si se les vallan a llevar la camioneta y no les guste, hasta eso, qué esté muy fea o que esté no sé cómo vayan a reaccionar ahorita”, dijo.
El día sábado, la señora Josefa Servín Trejo fue apoyada por el Gobierno de Chiapas, y escoltada por una comisión de la Secretaría de Gobierno hasta el ejido, para entregar el recurso y hacer el intercambio entre su hijo y el dinero, pero lo único que pudo lograr intercambiar fue a los jóvenes; es decir, para que el menor de la familia Rabelo Servín pudiera ser atendido por un especialista, su hijo mayor tuvo que ocupar su lugar, quien además, hasta este lunes, sigue retenido en el ejido Belisario Domínguez.
“Que vaya y pague y traiga a mi hijo, nosotros no queremos problemas con esa gente porque tienen nuestra credencial de elector, saben nuestras cosas, no vaya a ser que vayan a mi casa a querernos hacer algo; es algo que deben hacer conciencia las autoridades de que esas personas, ese tipo de personas, no todas son iguales, hay gente muy buena en Chiapas, hay gente muy buena, muy trabajadora, pero hay partes o hay lugares donde está eso, ese es el llamado a las autoridades que hagan algo en este tipo de cosas”, destacó.
Finalmente, los afectados hicieron un llamado al Gobierno federal para atender esta problemática social, ya que, comentaron, no son la primera familia a la que le ocurre una situación como ésta en esa zona.