No hay mañana para Tabasco, es el hoy

Las cosas en el sur nunca han sido fáciles, el rezago, la desigualdad y la pobreza han sido la constante socioeconómica. Tabasco, sin embargo, lideró sendas épocas de desarrollo hacia mediados del siglo pasado y más recientemente en los años 70’s y 80’s. Entonces ¿Qué pasó? ¿En qué momento nos apartamos del camino del crecimiento?

En la parte política hay una divergencia de data de las elecciones del año 2000 y que por 3 sexenios, mantuvo una diferencia partidista entre la presidencia en turno y la gubernatura de nuestro estado. Este dato no es menor, pues en temas presupuestales hay evidencia de que las entidades federativas que han sido cuna biológica e ideológica del presidente en turno, se han visto beneficiadas con mayor dinero público. Este beneficio de ser la cuna presidencial se ha manifestado en el presupuesto directo y en obras de infraestructura.

Otro factor que ha marcado en el deterioro de la economía tabasqueña ha sido la “gran inundación de 2007”, las cosas simplemente nunca volvieron a ser igual. El desplazamiento, la migración social y económica, así como cuantiosos daños que sufrimos, nunca acabaron por recuperarse. En lo anecdótico, he comentado en el café, que la “mendicidad” ha sido una herencia de esa inundación, jamás en Tabasco vimos tanta necesidad transitando por las calles en busca de alimento. La economía tabasqueña había tenido pobreza, pero nunca hambre como a partir de 2007.

En 2008 vino la crisis económica internacional, que impactó a nuestro país en 2009; está crisis económica de alto impacto y de largo alcance, ha sido comparada con muchos analistas con la “Gran Depresión” de finales de los años 30’s, por cierto también con epicentro en los Estados Unidos. Por si no hubiera sido suficiente la catástrofe económica para Tabasco con la inundación de 2007, antes de recuperarnos se vivía a nivel nacional una fuerte caída económica hacia 2009.

Parecía ya suficiente impacto económico para Tabasco y para es sur de México, pero lo peor aun estaba por llegar “la crisis petrolera”, unos años después de la crisis económica hacia 2014 el precio internacional del petróleo experimentaba una caída que continuaría los próximos años; está caída significó para México un shock en los ingresos públicos y ya en el marco de la “reforma energética”, una desinversión importante tanto pública como privada. Nunca antes hubo tales recortes a la inversión en la industria energética como entre 2014 y 2018. Este impacto generó las tasas negativas de crecimiento económico de mayor magnitud en décadas para Tabasco y Campeche. Las máximas tasas de desempleo, la ausencia de inversión, distorsiones en todos los mercados, fueron la constante para Tabasco.

Estamos a una semana del cambio de gobierno, convergencia del Gobernador electo el Lic. Adán Augusto López Hernández y el Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador; no solo convergencia de cuna, sino también de ideología. Ya hay anuncios importantes para inversión en el sureste y para Tabasco, los precios del petróleo se han recuperado y a nivel nacional, con todas las vicisitudes, tenemos una economía con relativa estabilidad y con un potencial de crecimiento que pueda romper esa barrera del 2% promedio. No hay mañana, para Tabasco, la senda del crecimiento este frente a nosotros, hay que transitar en esa dirección.
Short Link: http://bit.ly/2Rirfsi