Fallece el padre Rubén Ponce de León Murillo
El padre Rubén dio positivo a COVID-19 el pasado 8 de enero, y ese mismo día fue internado como medida preventiva, debido a que padecía diabetes y presión arterial, y estuvo hospitalizado, en un primer momento, más de cinco meses, debido a las secuelas que le dejó el SARS-CoV-2.
Fue el 23 de junio, cuando el religioso fue dado de alta del Hospital Juan Graham Casasús y llevado a un domicilio particular, sin embargo, el 8 de julio, volvió a ingresar al nosocomio, debido a complicaciones.
No obstante, el pasado el fin de semana la parroquia de San Sebastián Mártir, reportó que el padre Rubén había sido intubado nuevamente, debido a una infección producida por una bacteria.
Ponce de León Murillo fue ordenado sacerdote por el Papa Pablo VI, el 29 de junio de 1975 y desde entonces, sirvió a la Diócesis de Tabasco por 46 años; fue párroco de San José, Ciudad Pemex; San Antonio de Padua, Cárdenas; Santa Cruz, Villahermosa; San Francisco de Asís, Jalpa de Méndez, por último de regreso a la capital tabasqueña en Sagrario Catedral, Santuario de Guadalupe y recientemente, San Sebastián Mártir.
También fue rector y maestro del Seminario Mayor de la Diócesis de Tabasco y colaboró con el Obispo don Benjamín Castillo Plascencia en la Comisión Nacional de Evangelización y Catequesis.
Las cenizas del Padre Rubén son veladas en la Parroquia de San Sebastián Mártir, donde habrán misas y rosarios todo el día, en los horarios de 7:30, 09:00, 10:00, 11:00, 12:00, 15:00, 16:30, 18:30 y 20:00 horas.
Mañana miércoles, habrá misa a las 7:30 de la mañana, para luego trasladar sus cenizas a la Catedral del Señor de Tabasco, donde a las 10:00 de la mañana se realizará la Santa Misa de Exequias, con aforo abierto, y posteriormente será trasladado a la Parroquia de San Francisco de Asís, Jalpa de Méndez, donde será velado toda la noche.
El jueves, las cenizas serán trasladas nuevamente a la Parroquia de San Sebastián Mártir en Atasta, donde se realizará una misa a las 10:00 de la mañana, para luego depositar las cenizas en la urna destinada para él.