Extraviado en Villahermosa se reencuentra con su familia

Yair Landero Rodríguez, de 22 años de edad, originario de Villa La Venta, Huimanguillo, logró reencontrarse con sus familiares tras estar extraviado en Villahermosa desde hace algunos días. 

Explicó a Telereportaje que acudió a la capital tabasqueña para un tratamiento médico, sin embargo, el pasado domingo por la tarde se sentó en la Zona Luz y después de eso no recuerda nada. 

Amaneció entre la maleza, a la orilla del Malecón en la Zona Cicom el lunes por la tarde, sin zapatos, sin camisa, sin mochila y sin cartera. 

Expuso que le dolían los pies y le costaba caminar, por lo que se arrastró en parte del trayecto a la colonia Municipal. 

Pidió ayuda para contactar a sus familiares, pero su aspecto sucio y desarreglado, no transmitía confianza a quienes les solicitaba el apoyo.

Contó que algunas personas le dieron dinero, pero no sirvió de mucho porque al intentar comprar un agua embotellada, le negaron el paso en una abarrotera.  

Reflexionó que a la gente le falta mucha empatía para auxiliar al prójimo. 

En el suelo sobre la calle Pedro C. Colorado, llamó la atención de la señora Guadalupe, quien se acercó a preguntarle si estaba bien de salud. Fue de las pocas personas que le brindó agua y alimento.

Igualmente colaboradores y clientes del taller automotriz "Garage Nueve Tres", le ofrecieron un asiento de auto para que estuviera cómodo. Y lo más importante le prestaron un celular para contactar a sus seres queridos.

Alrededor del mediodía sus amigos llegaron a buscarlo. 

Jaira Reyes, amiga de Yair, expuso que se enteró del paradero de él a través del servicio social de las redes de la XEVT. 

Agradeció a todas las personas que compartieron la publicación para poder localizarlo.  

Por su parte elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana acudieron para tomar sus datos y brindarle atención.

Precisamente fue una patrulla de la dependencia estatal la que se ofreció para trasladarlo a un domicilio en el fraccionamiento Pomoca, en donde se bañaría, hidrataría y esperaría a sus familiares que viajaban desde la Villa La Venta, Huimanguillo.