En Iglesia hay espacios para todos porque somos amados por Dios: Papa a jóvenes de la JMJ

Al grito de “esta es la juventud del Papa”, los jóvenes dieron la bienvenida oficial al Papa Francisco a la JMJ, que se celebra en Lisboa, Portugal.

Ante casi medio millón de asistentes - de acuerdo a los organizadores - reunidos en el Parque Eduardo VII, el Sumo Pontífice escuchó algunas de las más de dos mil cartas enviadas, donde los jóvenes expresaron sus inquietudes, expectativas y preocupaciones.

Posteriormente, se hizo el desfile de las banderas de los países participantes en esta Jornada, y después se hizo la presentación de los símbolos de este encuentro mundial, que es la Cruz Peregrina y la imagen de la Virgen Salus Populi Romani.

Tras las palabras de bienvenida por parte del Patriarca de Lisboa, Cardenal Manuel Clemente, el Santo Padre dirigió su mensaje a los jóvenes presentes, a quienes alertó sobre las “ilusiones del mundo virtual”, como las cosas vanas, superfluas, que no sirven y que los dejan vacíos por dentro.

“Cuántos lobos se esconden detrás de sonrisas de falsa bondad, diciendo que saben quién sos, pero que no te quieren; insinúan que creen en ti y te prometen que vas a llegar a ser alguien, para después dejarte solo cuando ya no les interesas más. Y estas son las ilusiones de lo virtual y debemos estar atentos para no dejarnos engañar, porque muchas realidades que hoy nos atraen y prometen felicidad después se muestran por aquello que son”, señaló.

Aunado a lo anterior, el Papa Francisco manifestó que estaba feliz de escuchar el simpático alboroto que hacen los jóvenes y poder contagiarse de su alegría, por ello les dijo que el estar en esta Jornada Mundial de la Juventud, no es casualidad, sino que fueron llamados por Dios, por sus nombres, porque los ama como son, “no como quisiéramos ser o como la sociedad quisiera que seamos”

“En esta Jornada Mundial de la Juventud, ayudémonos a reconocer esta realidad; que estos días sean ecos vibrantes de esa llamada amorosa de Dios porque somos valiosos a los ojos de Dios, a pesar de aquello que a veces ven nuestros ojos, empañados por la negatividad y deslumbrados por tantas distracciones”, agregó.

De igual forma, subrayó que en la Iglesia hay espacios para todos, porque Jesús no le cierra la puerta a nadie, por el contrario, los invita a entrar, aún con los problemas que tengan, porque para Él, ninguno es un número sino un rostro, una cara, un corazón.

“Quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia hay espacio para todos, ¡para todos! En la Iglesia ninguno sobra, ninguno está de más, hay espacio para todos, así como somos, todos y eso Jesús lo dice claramente cuando manda a los apóstoles a llamar para el banquete, de ese señor que lo había preparado. Dice, vayan y traigan a todos: jóvenes y viejos, sanos y enfermos, justos y pecadores, todos, todos”, enfatizó.

Por último, los exhortó a que nunca se cansen de preguntar, al sostener que hacer preguntas es bueno y es mejor que dar respuestas, porque quien pregunta permanece “inquieto” y la inquietud es el mejor remedio para la rutina, a veces una especie de normalidad que anestesia el alma.

Cabe mencionar que previo a esta ceremonia de bienvenida, el Papa Francisco concelebró una misa en la Nunciatura Apostólica, por una catequista fallecida antes de la JMJ, luego sostuvo un encuentro con jóvenes universitarios de la Universidad Católica Portuguesa y posteriormente, con los de Scholas Occurrentes, a quienes les dijo que “a veces en la vida hay que ensuciarse las manos para no ensuciar el corazón”.