Diputado acusado de abuso ofreció acuerdo económico a la madre de la presunta víctima, según audios
El menor narra que lo habría drogado antes de llegar al hotel
El periodista Ciro Gómez Leyva difundió audios de una conversación entre el diputado federal Benjamín Saúl Huerta y la madre de la presunta víctima de 15 años, un joven que lo acusa de haber intentando abusar de él.
La grabación revela que el legislador le ofreció llegar a un acuerdo económico y le suplicó a la señora “no me destruya”.
- Yo le suplicó de favor, ayúdeme. Me va a destruir
- Yo le pedí ayuda y yo pensé que usted era buena persona
- Soy buena persona (inaudible)
- La otra opción es que yo voy para México y hablamos allá, y usted me entrega a mi hijo bien. Usted sabe que es un delito, un acoso sexual cuando el niño tiene 15 años. Yo tuve el error de habérselo prestado
- Pero no en la delegación
- Entonces ¿dónde lo veo?
- Aquí en el hotel o donde usted me diga, fuera de acá. Llegamos a un acuerdo económico. Yo se lo suplico, yo se lo voy a pagar con creces. No me destruya
- Imagínese, usted me dice ‘no me destruya’ y usted quería destruir a un hijo
- No, yo no le hice nada, señora. Se lo juro que no le hice nada
Huerta fue detenido en un hotel de Ciudad de México después de que el joven pidió ayuda al gerente del lugar, pero debido a que tiene fuero constitucional fue liberado horas más tarde.
En otro audio, la víctima narró que el diputado le dio un refresco que tenía sabor amargo y le causó malestar. Tenía dificultades para caminar y en el hotel Huerta lo forzó a tocarlo.
“Agarró y me dijo que íbamos a esperar en el hotel. Antes compró un refresco, me lo dio a mi y sabía amargo. Agarré y entré al hotel, pero me había dicho que iba a rentar dos habitaciones. Entonces cuando llegó nada más renta una habitación con una cama. Yo cuando bajo de la camioneta me sentía muy mareado, ya ni podía ni caminar, me dolían mucho mis piernas. Como pude llegué a la habitación, ya en la habitación me acosté. Ya no podía, ya estaba mal. Me acuesto y él se va al baño. Ya cuando veo, él sale totalmente desnudo, entonces yo intento pararme, como para arrimarme, pero ya no podía. De ahí agarró y me bajó mi pantalón hasta las rodillas, con mi mano agarraba y la ponía en su pene. Con su mano agarraba y hacía movimientos de arriba para abajo en mi pene”.