Yuri tuvo adicción al sexo y casi cae en ninfomanía

La cantante Yuri Confesó que estuvo a punto de volverse Ninfómana por la adicción al sexo que tuvo en su juventud, cuando acumuló dinero y fama.

En el podcast de Nayo Escobar, declaró que tuvo muchas parejas sexuales y hasta se dijo sorprendida de no haber quedado embarazada en ese entonces.

Señaló que cuando le gustaba un hombre sólo lo tenía que pedir, sin importarle que fueran casados.

Consideró que Dios la salvó de esa vida que llevaba. 

"Lo mío, lo mío, lo mío, era el amor, lo mío era: Ese me gusta, me lo traes. Oye, pero es casado. Tráemelo. No era ninfomaníaca, pero yo creo que, si Dios no llega a mi vida, en ese tiempo, sí, fácil. Yo te puedo decir que, si yo me alejo de Dios, me voy a las andadas, porque mi carne está viciada", declaró.

No obstante, expuso que eso le trajo una grave enfermedad de transmisión sexual que casi le provoca un cáncer de cuello uterino.

"Pero tienes consecuencias y graves. Un papiloma cérvico uterino, casi cáncer. Sí, casi me mata, porque yo estaba media Happy Day cada vez que me acostaba con los señores, verdad y nunca me cuidaba, no sé ni cómo que no quede embarazada, iba a tener hijos como un partido de futbol, así como un equipo, Chile boli, guacamole. No sé, yo creo que Dios desde ese momento estaba de mi lado", declaró.

En la entrevista narró que después de casada y de volverse cristiana, se vio tentada a recaer durante una visita a Televisa. Sin embargo, planteó que se encomendó a Dios de nuevo.

Declaró que en ese entonces sintió mucho deseo por "uno de los hombres que no pudo poseer en su momento". 

Agregó que eso se lo contó a su marido para que nunca la volviera a dejar sola en los pasillos de la televisora. 

"Y un día se me pusieron 3 ex, cuando mi marido no fue conmigo a Televisa, tres ex, Satanás me puso para que cayera yo, y uno que nunca me lo eché y que me lo quería echar. Fíjate, cómo es el Diablo cochino. Él te pone tu debilidad, por qué no me pone un carrujo de mota, porque eso no es lo mío", declaró.