Cambia de dueño Abarrotes Monterrey… tras 34 años
A través de una carta, Espinosa de los Monteros Leal se dice nostálgico y con sentimientos encontrados, pues fue un proyecto hecho a lo largo de muchos años con dedicación y amor en la que “miles de marineros” entregaron su vida y por el que están totalmente agradecidos, por ello le externa a todos su respeto y admiración por su trabajo a lo largo de todos estos años.
Agrega que “podría escribir un libro de miles y miles de hojas con tantas anécdotas, sacrificios, satisfacciones, decepciones, tristezas, alegrías, triunfos, derrotas, sonrisas, impotencia y todo lo que se les venga a la mente; pero al final toda esa mezcla de sentimientos, esfuerzos y emociones funcionaron y valieron la pena porque el resultado es grandioso y de mucho orgullo”.
En Abarrotes Monterrey actualmente se generan de 4 mil 500 a 5 mil 000 empleos de tiempo completo entre directos e indirectos, además es uno de los negocios más sólidos y un ícono del estado por ser uno de los principales empleadores de la entidad.
En su misiva, Antonio Espinosa de los Monteros Leal sostiene que hoy en Tabasco la vida es muy diferente que hace 34 años ante los problemas de inseguridad y la deteriorada economía del país ha cambiado mucho las cosas y la vida cotidiana, todo eso es más difícil y con cientos de obstáculos.
El empresario de Nuevo León describe a Eduardo Martínez Taylor como un hombre con visión, valentía y muchos años de experiencia en el ramo, “le dejamos a él y a su nuevo equipo dirigido en este momento por Alejandro de la Peña toda la responsabilidad de este proyecto; cuando digo este proyecto me refiero al crecimiento y buen manejo de la empresa en todos sus aspectos; pero muy en especial al buen trato, respeto, reconocimiento y armonía de cada uno de los miles de marineros que van a bordo. Sé que sabrá tener la sensibilidad para todos y cada uno de ellos”.
Carta de Antonio Espinosa de los Monteros Leal
Hola a todos los que están aquí presentes y por supuesto a los miles que no lo están. No sé cómo empezar a redactar o platicar y hacer una breve historia de lo que es Abarrotes Monterrey y su origen. Todo mundo tiene opiniones diferentes; malas, muy malas, buenas, muy buenas, demasiado buenas y para muchos un mito desde su inicio hasta el día de hoy; incluso quienes no la conocen o no opinan, les cuento que todo empieza cuando un hombre muy querido mío, podríamos decir que un segundo padre para mi, me invita a establecer una pequeña tienda a los alrededores de Monterrey. Después decidimos incursionar en Tabasco hace 34 años, tierra fértil, tierra bendita por la mano de Dios, tierra agradecida y acogedora con todos los que llegamos de fuera.
El primer súper que se instaló fue en Tamulté frente al parque central, y ahí empezó la gran travesía de lo que fuera un simple cayuco como le llaman en Tabasco y a través de este largo recorrido con miles y miles de obstáculos fuimos creando y transformando esa pequeña embarcación en un gigantesco buque, un buque fuerte qué pasó por cientos de tormentas y nunca nada ni nadie lo pudo detener. Fue construido a mano, podríamos decir artesanal; primero una docena de marineros, después cientos de marineros y hasta llegar al día de hoy que en él navegan miles de marineros; gente honrada, trabajadora y comprometida, con el ánimo de sacar a sus familias adelante, de llevar el pan de cada día a su casa y ganarse la vida honestamente.
En Abarrotes Monterrey actualmente se generan de 4500 a 5000 empleos de tiempo completo entre directos e indirectos; hoy es uno de los negocios más sólidos y un ícono de Tabasco además de ser uno de los principales empleadores del Estado. Es un orgullo para mí y para mi tío Jaime como comúnmente lo conocen, haber llegado tan lejos en esta aventura; sobrepasamos todas nuestras metas y expectativas, nunca paramos hasta llegar a lo que hoy es Abarrotes Monterrey, un gigante reconocido estatal y nacionalmente. Reconocida como una empresa de gran prestigio con todos nuestros socios comerciales, desde bancos, compañías de seguros, despachos legales, notarías, cientos de proveedores, arrendadores, sindicatos, autoridades, etc... Pero les quiero decir que también estamos orgullosos de todos los miles de marineros que hacen posible que este gigante se mueva viento en popa, sin ustedes jamás hubiéramos podido construir este enorme barco.
Todos deben de estar orgullosos de lo que juntos hicimos posible. Miles de trabajadores en bicicleta, en camión, en taxi o hasta caminando bajo la lluvia, inundaciones, calores de 40 grados, etc; llegaban y llegan todos los días a dar lo mejor de cada uno para hacer funcionar los engranes de esta gran máquina que nunca para.
Hoy en Tabasco la vida es muy diferente que hace 34 años. Como todos sabemos, la inseguridad y la deteriorada economía del país ha cambiado mucho las cosas y la vida cotidiana; todo es más difícil, y con cientos de obstáculos; pero aún en estos tiempos Abarrotes Monterrey sigue fuerte y con el espíritu de seguir creciendo y tener cada día más marineros a bordo, todos y cada uno de ustedes ha demostrado desde el principio hasta el día de hoy que querer es poder.
Agradezco todo el cariño, dedicación y confianza a todos, por creer y crear este gran proyecto. Todo tiene un ciclo y los extrañare demasiado a todos pero muy en especial a los que todos los días escuchaban mi voz a través del teléfono desde hace nueve años que empezamos a dirigir el barco a distancia, pero era como vernos. De cualquier lugar del mundo en el que yo estuviera y en las condiciones que fueran oían mi voz siempre fuerte dando ánimo a todos y a su vez ellos transmitían mi mensaje diario a los miles de trabajadores y socios comerciales que siempre confiaron en Abarrotes Monterrey. La inmensa mayoría puede estar tranquila de que van a continuar arriba del barco; pero como todos ya lo saben, ahora el barco cambio de Capitán el cual tiene la responsabilidad de seguir la travesía y llegar aún más lejos; pero los marineros serán los mismos porque son quienes lo conocen desde sus entrañas y quienes lo hacen posible.
Los que me escuchaban todos los días sabían la disciplina, respeto y amor hacia Abarrotes Monterrey. El día empezaba con la sonrisa y la buena energía de mi secretaria, seguíamos con Ovando, el Choco, Juanito, el Plus, Don Flavio, Adrián, Olán, Pepo, Chepe, Antemate, Conta Gero y Froy; y con menos frecuencia Vega, Víctor y otros... así les decía de cariño a cada uno de ellos. A todos ustedes les damos la Gracias y ustedes se encargarán de externarlas a los miles que colaboran en el grupo. A todos ustedes siempre les vimos más como amigos que como empleados.
Podría escribir un libro de miles y miles de hojas con tantas anécdotas, sacrificios, satisfacciones, decepciones, tristezas, alegrías, triunfos, derrotas, sonrisas, impotencia y todo lo que se les venga a la mente; pero al final toda esa mezcla de sentimientos, esfuerzos y emociones funcionaron y valieron la pena porque el resultado es grandioso y de mucho orgullo. Abarrotes Monterrey el gigantesco buque que con tanto amor y dedicación construimos miles y miles de hombres de trabajo y disciplina férrea, que siempre dieron lo mejor a la Empresa, incluyendo un reconocimiento especial a todos los que indirectamente ayudaron a que el barco navegará siempre bien, proveedores y cualquier socio comercial que de una u otra forma estuvieron siempre sirviendo a la Empresa. Abarrotes Monterrey ya no es un solo barco, ahora forma parte de una gran flota de barcos fuertes y más poderosos, pasando a ser parte de uno de los grupos más grandes y más importantes a nivel nacional comandando por el Sr. Eduardo Martínez Taylor, hombre con visión, valentía y muchos años de experiencia en el ramo; le dejamos a el y a su nuevo equipo dirigido en este momento por Alejandro de la Peña toda la responsabilidad de este proyecto; cuando digo este proyecto me refiero al crecimiento y buen manejo de la Empresa en todos sus aspectos; pero muy en especial al buen trato, respeto, reconocimiento y armonía de cada uno de los miles de marineros que van a bordo. Sé que sabrá tener la sensibilidad para todos y cada uno de ellos.
Hoy hacemos una comida para que la nueva administración tenga un poco más de acercamiento con todos los directivos de Abarrotes Monterrey; además de despedirnos de dos hombres ejemplares que por muchos años fueron parte emblemática y de respeto de esta Empresa. Que dieron prácticamente los mejores años de su vida a este proyecto y hoy inician una nueva etapa en su vida. El Sr. Flavio Arratia Arce y el CP Gerónimo Pascual, ustedes pueden sentirse orgullosos de que salen en lo alto, en la cúspide, en la cima como todo ser humano debe retirarse y siempre serán recordados como triunfadores; siempre he dicho que es mejor que nos recuerden en la cima que en el hoyo; es como un cantante o boxeador, todos los recordaremos como termina su profesión sin importar lo grande que fue en su trayectoria. Un vivo ejemplo es José José quien fue uno de los mejores cantantes de México y muy pocos lo recuerdan como tal, ahora todos lo recordamos dando tristeza fuera y dentro del escenario; o como el Titanic, nadie recordamos lo grandioso y moderno como fue construido en su época, solo recordamos la triste historia que todos conocemos.
Ya para terminar, si alguno se pregunta si nos da nostalgia les responderé que si, estamos con sentimientos encontrados; este fue un proyecto hecho a lo largo de muchos años con mucha dedicación y amor, al cual entregamos nuestra vida y al que le estamos totalmente agradecidos. Les externamos a todos y cada uno de ustedes el respeto y admiración por su gran trabajo a lo largo de todos estos años. Reciban todo un gran abrazo y agradecimiento infinito de nuestra parte.
Antonio Espinosa de los Monteros Leal.