Se estrena Mario Llergo ante el INE con polémica por recolección de firmas para la Revocación de Mandato

Llergo Latournerie acusó al INE de no acatar lo mandatado por el Congreso de la Unión, en el sentido de utilizar dos métodos para recabar las firmas para la instrumentación de la Consulta Popular de la Revocación de Mandato, como lo son los formatos impresos y el uso de herramientas tecnológicas, dejando de lado el primero de ellos. 

“Es una necedad mantener unos lineamientos que no corresponden a los dispuestos en la ley, es contrario, señores consejeros, a un ámbito democrático querer imponer solo un formato para recolectar los apoyos. Porque para el INE es lo más conveniente y lo más fácil”, sostuvo.

En este sentido, el consejero Ciro Murayama explicó al morenista el por qué lo más conveniente es que las firmas se obtengan mediante una app desarrollada por el propio órgano electoral, con excepción de 204 municipios de alta marginación, en donde dijo, sí se usará el formato de papel.

“Esta herramienta permite detectar trampas y evitar la suplantación de ciudadanas y ciudadanos. Falso que todo ciudadano deba tener un teléfono inteligente para dar su apoyo, basta con que lo tengan los auxiliares que recojan firmas. Así que con la app ni ausentes, ni muertos, ni suplantados, en las firmas de las consultas populares en papel, nos han entregado centenas de miles de firmas falsificadas y suplantar un apoyo ciudadano, es tan grave como alterar un voto”, aseveró.

Por su parte el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, señaló que de aceptarse la propuesta de Morena de recabar firmas en papel para la revocación de mandato, se corría el riesgo de que hayan “apoyos apócrifos”, como ya había pasado anteriormente, y recordó un caso.

“Se presentó también una solicitud de consulta popular por varios ciudadanos, entre ellos un célebre cineasta o autor de telenovelas, Epigmenio Ibarra, en papel, ¿Y qué nos arrojó ese ejercicio? Que la captura de alrededor de 2 millones de firmas en papel le llevó 45 días al INE, y que una de cada cinco firmas eran falsas”, dijo.