La oposición tendrá una alta responsabilidad y riesgo en los próximos 3 años
La democracia no es un modelo económico, es imperante no confundir la necesidad de vivir en democracia con la necesidad de tener mayor bienestar para la sociedad derivado de la buena marcha, crecimiento y desarrollo económicos.
El proceso democrático no solo en México, sino también en otros países del mundo, ha generado ciertas sensaciones de decepción. Esto se ha venido presentando en diferentes momentos, desde la transición económica presidencial en el 2000, después con el regreso del PRI y las crisis económicas recurrentes a partir de los años 70 's en una aparente democracia llamada por Mario Vargas Llosa como la dictadura perfecta.
La discusión, el debate de ideas, la confrontación entre izquierdas y derechas genera eventualmente un desgaste en la sociedad que puede llevarlos al extremo de decepcionarse de la democracia. Esto puede ser preocupante, solamente quienes han vivido las desastrosas consecuencias del totalitarismo, dictaduras y de gobiernos que en diferentes momentos de la historia se han perpetrado en el poder, pueden constatar lo negativo para el desarrollo social de este tipo de gobiernos.
En el 2018 con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, por primera vez un gobierno de izquierda llega de una larga lucha social. Es entonces cuando hay un golpe de timón en diferentes decisiones en temas de economía, política económica y protección social; separándose de la llamada tecnocracia enfocada en el modelo liberal en los últimos cuatro o cinco sexenios.
Este 6 de junio, el cambio denominado la 4ta Transformación tuvo su primer examen parcial. Donde, no solamente se evaluó sus ideas por el cambio ideológico propuesto por el presidente, sino también, por los resultados que se han dado (buenos, regulares o malos). Es innegable que más allá de gustos, preferencias, filias y fobias políticas; Este proyecto nacional tiene acciones, programas, planes de inversión, programas sociales y una visión de gobierno perfectamente clara.
Aunque Morena tenga menos espacios en el Congreso, después de 3 años de gobierno, tiene una evaluación positiva. Los candidatos postulados al congreso por el partido del presidente, tienen una amplia mayoría que el resto de los partidos. Es innegable aceptar que el pueblo de México está siendo congruente y sostienen el apoyo al cambio propuesto en la 4ta transformación de México.
El hecho de que Morena ganará de manera amplia la gran mayoría de las gubernaturas en juego, no tiene necesariamente que ver con este cambio ideológico. Va más en el sentido del hartazgo de los partidos tradicionales, es evidente que por el desfase del calendario electoral estos Estados apenas están por probar lo que es la opción de Morena como partido.
Finalmente, la sociedad mexicana ha decidido ceder más espacios a esa oposición crítica. Se espera ver a la oposición, no solo en los medios y redes sociales criticando, sino en el congreso debatiendo, ofreciendo alternativas de solución, o de decisiones de alcance nacional que debían consensuar en la cámara de diputados.
La oposición tiene una gran responsabilidad para que en democracia, si no está de acuerdo con los postulados, los planes y las acciones del presidente dentro del contexto de la 4ta transformación de México, ahora propongan alternativas. Actualmente no hay claridad en la misma, pero no tienen tiempo para perder, pues de cara al 2024 la sociedad mexicana decidirá si opta por dar continuidad al proyecto de nación que encabeza el Presidente o la oposición es capaz de presentar y convencer al electorado con un plan más eficaz y prometedor.