González Pedrero, un hombre que venció la fatalidad y encontró su destino, señala Jorge Abdó

Además, compartió parte de los pensamientos y sentimientos de González Pedrero, el político, el profesor, el humanista, y el hombre.

“Enrique González Pedrero, una vida ejemplar, comprometida con la humanidad, que prefirió ser antes que poseer, que no se dejó llevar por el canto de las sirenas, que logró conjugar sus dos vocaciones esenciales: la academia y la política, que entendió la cultura como origen y destino de toda la acción de gobierno. Como Enrique González Pedrero, un tabasqueño universal, que venció a la fragilidad y encontró su destino”, dijo.

Abdó Francis consideró que don Enrique González fue uno de los mejores gobernantes que ha tenido México en sus estados, por lo cual, dijo, ante su partida, le quedaron a deber muchos nombramientos que por mérito debió recibir en vida.

“La UNAM le queda a deber haberlo nombrado Investigador Emérito, el Senado de la República le queda a deber, como lo propuso la UJAT, siendo yo rector, la Medalla Belisario Domínguez, que se negó la comisión correspondiente. El Gobierno de México, en su conjunto, no digo ningún gobierno en particular, le queda a deber haberlo nombrado para el cargo que nació, aparte de ser gobernador, secretario de Educación Pública”, sostuvo.

Finalmente, recordó que durante su estancia en Tabasco, le gustaba visitar un conocido restaurante sobre la carretera Villahermosa-Teapa, donde abrazaba una ceiba, y aseguraba que le hacía sentir bien y que estaba seguro lo ayudaría a vivir 100 años.