En la SFP se combate al neoliberalismo, “la otra cara de la moneda de la corrupción”: Irma Eréndira Sandoval
La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, subrayó que en las nuevas acciones que se realizan en la dependencia, están combatiendo al neoliberalismo, porque es “la otra cara de la moneda de la corrupción”.
Durante el seminario virtual el Webinario “El retorno de lo público”, donde estuvieron presentes la directora general del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla; el subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, y el presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil Rodríguez, la funcionaria federal apuntó que la piedra angular de la Cuarta Transformación es el retorno del interés público.
Mencionó que antes la “idea típica” de la corrupción era verla como una falta administrativa, un asunto burocrático, incluso hasta político, sin embargo, afirmó que en la nueva Secretaría de la Función Pública que ella encabeza, se combate de manera diferente.
“El presidente López Obrador conceptualiza al neoliberalismo como la otra cara de la moneda de la corrupción, es decir, el neoliberalismo, esta subsunción del interés público a los intereses diversos de poderes fácticos, y de intereses muchas veces privatizadores, es lo que caracterizó las políticas previas de la Cuarta Transformación, las políticas llamadas neoliberales, y ese neoliberalismo es lo que está siendo combatido con la nueva política de combate a la corrupción”, expresó.
Sandoval Ballesteros, expuso “que el neoliberalismo no es la fría receta de cuestiones financieras y económicas, sino un proyecto político que está en juego”.
“Consideramos en la Función Pública, desde esta perspectiva de la corrupción estructural, que el neoliberalismo es más un proyecto político con implicaciones financieras y económicas de política pública diversa, pero es un proyecto político en primer término”, aseguró.
En su oportunidad, el subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, consideró que existen elementos estructurales que llevan a la corrupción, pues tiene que darse una colusión privada con lo público.
“Existen elementos estructurales que llevan a la corrupción, no hay espacio de corrupción en donde no haya una colusión privada con la corrupción en lo público, ¿Por qué razón? Porque los actos de corrupción casi invariablemente tienen como propósito derivar lo que es el interés, la riqueza, la propiedad y derechos públicos hacia su privatización o hacia el goce discrecional de grupos de minorías, como motivación del acto de corrupción”, comentó.