Señala Abogada que Tabasco pierde oportunidades para sancionar de manera ejemplar el feminicidio
Destaca que los fiscales necesitan ser capacitados en perspectiva de género para trabajar la integración de los expedientes de los casos
Mientras que, en el Estado de México, la Ciudad de México y Chihuahua, por mencionar algunas entidades, se observan sentencias de hasta 70 años para los responsables de feminicidio, en Tabasco la constante promedio es de 30 años de prisión.
Así lo expuso la abogada tabasqueña Alejandra Frías, al destacar que los fiscales necesitan ser capacitados en perspectiva de género para trabajar la integración de los expedientes de casos de feminicidio.
En entrevista para Telereportaje, la jurista compartió la experiencia vivida al trabajar junto a la Fiscalía General del Estado, como representante de los familiares de Lizbeth Cambrano, víctima de feminicidio.
“Cuando yo conozco a doña Palmira, justamente un día 8 de marzo del año pasado, ella me menciona: fíjense que la Fiscalía no se quiere ir a juicio, me están diciendo que me ofrecen 27 años aproximadamente, si el imputado los quiere aceptar, pues te imaginas, es terrible para una madre, que le han asesinado a su hijo, que todavía le tienen que preguntar a quien la asesinó, si le parece bien pasar 27 años de prisión”, comentó.
De esa manera, dijo, aceptó ser la asesora jurídica particular de la madre de Lizbeth, de forma gratuita y de inmediato se presentó ante la Fiscalía General del Estado para que le dieran una copia del expediente para estudiarlo, mismo que le proporcionaron; sin embargo, por falta de material, ella tuvo que pagar por el duplicado.
“Me dieron de hecho el mejor fiscal que tenía la Fiscalía de Cunduacán, pero aún así, no tienen perspectiva d género, la Fiscalía no le interesa si una mujer fue asesinada, no le interesa si la madre quiere justicia, no le interesa si estaba embarazada, voy y me acerco con el fiscal, le dije: nos queremos ir a juicio, queremos agregar otras pruebas que son nuevas aquí en Tabasco”, dijo.
Abundó que le pidió al fiscal del caso que solicitara una ampliación del plazo para interponer pruebas y aunque así se hizo, al momento de comenzar con la integración de elementos, análisis y pruebas, siempre estuvo la negativa por parte de la autoridad para colaborar, una parte por desconocimiento y otra por falta de personal especializado.
“¿Qué pasó? Buscamos la manera que no tuviera costos para nosotros, encontrar peritos, así que ofrecimos por primera vez lo que se llama proyecto de vida, eso no se había visto en Tabasco. Se hizo a través de un análisis psicológico a sus familiares y una autopsia psicológica y solicitamos otras pruebas que también eran similares a esas, pero en Tabasco no se pueden hacer, porque no tenemos los peritos. Faltaba la prueba de ADN, porque si hubo prueba de ADN”, refirió.
En ese tenor, dijo, nuevamente le advirtieron que como ella era quien estaba insistiendo en llevar el expediente a juicio, sería la responsable en el supuesto de que el presunto responsable del feminicidio de Lizbeth quedara en libertad y debía asumir la responsabilidad plenamente.
Enfatizó que la autopsia psicológica y proyecto de vida de la víctima son elementos que ya se están realizando en otros estados del centro y norte del país, y que en el caso de Tabasco no los conocía ni la Fiscalía.
Detalló que la autopsia psicológica se basa en conocer las razones por las cuales la víctima llegó a perder la vida, se analiza su entorno familiar, comunitario, domicilio, y demás factores que influyeron en su muerte.
Mientras que el proyecto de vida, dijo, consiste en conocer los planes y aspiraciones que tenía la víctima; por ejemplo, estaba embarazada, iba a ser madre, quería terminar sus estudios y estudiar derecho; es decir, todo lo que ella hubiera hecho si estuviera viva.
“En diciembre nos dijeron: Se le declara como autor material directo, y yo esperaba 58 años de prisión o más, 50 por el delito de feminicidio y más 8 por el delito de aborto, porque no venía ninguna circunstancia que pudiera aminorar y darle la mínima, porque estamos hablando de una persona que incurrió en muchos delitos antes de este. La verdad no nos gusta la idea de saber que solamente se le dio 40 años, pero al menos tenemos una sentencia mayor a la que ellos querían hacer en el proceso abreviado”, indicó.
La abogada indicó que, finalmente, como asesora de la familia de la víctima, cargó con el peso de cuidar que la carpeta de investigación estuviera debidamente integrada, que las pruebas fueran contundentes y que no dieran oportunidad a que el juez emitiera una sentencia menor a 30 años como se acostumbra en Tabasco.
Alejandra Frías también señaló las deficiencias que observó a la Fiscalía General del Estado y su personal durante el trabajo realizado “en equipo” para conformar el expediente del feminicidio de Lizbeth Cambrano.
“La Fiscalía lo único que hace es tratar de hacer acuerdos, y lo intentan con los delitos como este, graves, feminicidio, cómo puede ser un feminicidio no ser importante para la Fiscalía, cómo puede ser un feminicidio ser alto tan fácil de solucionar con decir: te ofrezco tantos años a ti imputado, dime si te parecen bien y declárate culpable. La Fiscalía lo único que está haciendo es sacando el trabajando que tiene, de la manera más fácil que tiene”, apuntó.
Aunado a que, dijo, los juzgadores cometen el error de ignorar los abortos que ocurren durante los feminicidios, y alegan que el imputado no tenía la intención de matar al bebé, sino que este muere a consecuencia de que la madre ya no le provee oxígeno, lo cual consideró es injusto, pues realmente se debe juzgar por los dos delitos que se cometen.
Finalmente, la abogada calificó el proceso como relativamente corto, pero emocionalmente largo, tanto para ella como para la familia de Lizbeth, quien dijo, si bien no está conforme del todo con la sentencia, sí puede descansar sabiendo que el feminicida de su hija ya no va a salir de prisión en tanto no transcurran los 43 años de la sentencia.
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