Vivir en la economía de la carencia es como un virus
Que no te contagie, piensa en la abundancia y la prosperidad
“La abundancia es mi estado natural, y yo lo acepto”
Abundancia no es sinónimo de dinero, de acumulación de bienes o incluso de poder. Abundancia es vivir en plenitud sabiéndonos enteros, sin faltas, sin huecos, sin la eterna sensación de estar vacíos por dentro. Muchos de nosotros mantenemos un tipo de mentalidad enfocada hacia la carencia: nos preocupamos por todo lo que nos falta en lugar de tomar conciencia de lo que ya tenemos. Agradecer, apreciar lo que somos y lo que nos rodea, es sin duda el mejor acercamiento hacia la auténtica abundancia. La actual desigualdad social hace más palpable que nunca la palabra “carencia”. La falta de un trabajo, de ingresos o la perspectiva de un futuro incierto hace que el concepto de abundancia nos sea irónico. Sin embargo, entender este término y aplicarlo a nuestra realidad desde un punto de vista motivacional, nos puede ayudar. En el medio natural, abundancia es, por encima de todo, equilibrio y respeto. Es apreciar lo que ya está presente, lo que nos envuelve sin necesidad de romper esa armonía para que nos ofrezca más de lo que está dentro de sus propias posibilidades.
Abundancia no es sinónimo de dinero, de acumulación de bienes o incluso de poder. Abundancia es vivir en plenitud sabiéndonos enteros, sin faltas y sin vacíos. Por irónico que parezca, en tiempos de dificultad y de carencia es más necesario que nunca sentir esta abundancia interior. Sólo así dispondremos de una auténtica fortaleza psicológica para afrontar la adversidad, para intuir las oportunidades y ser así más receptivos hacia todo lo que nos envuelve.
Un buen consejo es no enfocarse en ganar dinero, porque desde que nos enfocamos nada más en ganar dinero, nos hacemos esclavos del dinero. Desde que nos asumimos como esclavos del dinero, la prosperidad que se refleja en el oro físico, le huye. Mientras más esfuerzo pongamos en ganar dinero, más nos esclavizamos por él, por lo tanto, menos opciones tenemos de ganar. Fíjate que cuando más necesitado has estado, más poco ha llegado. Ningún rico trabaja para ganar dinero, encuentran métodos en los cuales el dinero es quien trabaja para ellos y así enseñan a sus hijos. Si miramos el dinero desde lo que es, la pura materia, entonces para nosotros el dinero no es una causa sino un efecto. Nos tenemos que enfocar en transformar la construcción mental respecto a lo que es el dinero, respecto a lo que es la prosperidad, entonces lo que hay que entender es que el dinero trabaja para ti y para todos nosotros.
A nivel ritual, a un nivel simbólico, quienes tengan billetes en su casa, tómenlos, mírenlos y luego les dicen: durante todo este tiempo me he estado sacrificando por ti dinero, he estado siendo esclavo de ti, pero desde hoy tú trabajas para mí. Desde este momento te respeto y te reconozco como un bien que trabaja para mí. Bienvenido a mi universo dinero. Ahora, el dinero ya tiene una existencia reconocida por ti y agradécele por estar aquí. Ahora te valoro, te honro y te doy respeto. A partir de hoy, yo voy a multiplicar tu valor y tú te vas a multiplicar para mí. El billete, el dinero, tiene una existencia y requiere ser valorado. Cuando el dinero no es valorado por la gente, las monedas se devalúan, la gente lo considera tóxico. Cuánto más valor des al dinero más dinero te llegará.
La prosperidad tiene diferentes dimensiones: la dimensión material que es la que conocemos la prosperidad de bolsillo, el dinero, las tierras la comida que tienes etc. está la dimensión emocional y con la prosperidad emocional se vive el bien vivir. Pero por encima de la dimensión emocional, está la dimensión energética, ahí está la fe y la fe es por una parte la confianza en Dios, en una fuerza superior y por otra parte, la energía está en ti. Cada vez que tú haces un mérito consciente por ejemplo si das un billete a un pobre como mérito de santidad ritualizado, ese acto se transforma en sustento. En automático llega a tu vida dinero y eso lo saben muchos altos empresarios. Donas y es un mérito desde el corazón porque se da a una persona que lo requiere, si no, sería falso. Ese mérito se transforma en confianza en crédito y ese crédito el sustento, pero quien no tiene méritos en su vida, le es muy difícil generar una fuerza superior y hay que saber que Dios siempre proveerá. "Dinero llama dinero".
Muchos de nosotros estamos muy acostumbrados a lo que se conoce como “motivación por deficiencia”: mi teléfono móvil aún está en buen estado, pero ahora ha salido la última generación de esta marca que todo el mundo tiene y no puedo estar sin él. Son muchas las cosas que nos faltan. Puede que no tengas una casa grande con muchas comodidades. Es posible que tu cuerpo no sea de tu gusto y que tu pareja tenga sus defectos, que aún no hayas podido ir de vacaciones a ese destino paradisíaco mientras que tus amigos fueron el verano pasado. Vivir en la economía de la carencia es como un virus, como una enfermedad imparable que poco a poco, se extiende. Siempre está ahí, con su apariencia desagradable.
Encuentra tu pasión encuentra tu paz, hay gente que no conoce su pasión y eso es un poco más complicado porque tienen que escuchar opiniones sobre lo que a ellos les hace felices, lo que a ellos les hace sentir plenos. Cambia el enfoque de tu mirada mental. Oriéntala hacia lo que ya tienes para percibir dónde se concentran tus fortalezas reales, tus auténticas bellezas y tu abundancia.
Desarrollemos un estado de conciencia capaz de abrazarse a lo positivo, a lo presente y a lo concreto. No a lo que no está, a lo que no existe o a lo que falta. Sólo cuando seamos capaces de agradecer lo que somos, lo que nos define y lo que nos envuelve en plena confianza, podremos abrir las puertas a la prosperidad y la abundancia.
Psic. Sara Leticia Campos Chavolla. Consultorio Torre Médica Av. Méndez 1110 Segundo Piso
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