¿Te han dicho que eres amargado?
Muchas parejas viven en un círculo de violencia física, verbal o psicológica. En todas las parejas hay conflictos, dada la diversidad de caracteres y de los tipos de educación que recibieron, sin embargo, al inicio de la convivencia juntos, creemos que todo irá bien, pues inicia la relación con la etapa del enamoramiento.
El enamoramiento es un estado en el que el enamorado magnifica las cualidades propias y de otra persona, suele darse al inicio de una relación amorosa. No es intencional la mayoría de las veces, pero se cae en esa etapa donde el enamoramiento se traduce como “enamoro-miento”. El amor suele llegar más tarde y se caracteriza por una constante entrega y aceptación; requiere de paciencia, de comprensión, de apertura, y debe fortalecerse a diario para poder sobrellevar los malos momentos. El amor verdadero se fundamenta en la realidad, ya no en la idealización del otro, hay estabilidad y se proyecta largo plazo.
Con el tiempo te das cuenta de con quién te uniste en realidad, y suele suceder que comentes que te casaste con una persona amargada. Que se muestra serio o seria, que no quiere convivir social o familiarmente, que manifiesta mal humor y que nada le agrada. Además, le molesta que salgas con tus amigos o familia. Constantemente te critica de manera negativa. Exagera tus defectos, te culpa de todo lo que sucede y te convence de que es así. No está de acuerdo con lo que estudias o si trabajas ni con tu manera de desenvolverte y te hace sentir mal por ello. Revisa tus mensajes, accede a tus redes sociales sin tu permiso, está al pendiente de tus llamadas y esto es una muestra alarmante de su control. El amargado se queja de tener conflictos con su familia, en su trabajo, con los amigos y en el hogar. No muestra gusto o satisfacción de lo que sucede y no le alegra lo que vive, entonces concluyes que diste con una persona negativa o amargada.
El mundo del amargado está lleno de ventanas, a través de las que ve solo injusticia, desde donde gusta asomarse para volcar su rencor, su melodía amarga y sus sentimientos pesimistas. El amargado quiere cautivos, pero también clama ayuda. La amargura suele ser, en muchos casos, una forma de depresión encubierta, lo cierto es que no dejan de ser personas infelices. Básicamente, es aquella que piensa que todo está mal, o que se encuentra quejando constantemente por todo. Esta forma de ser es bastante nociva para la propia persona negativa, también lo es para el entorno que la rodea. Las personas amargadas tienden a culpar de sus problemas al medio, por lo que evitan socializar. Para los que conviven con ellos, también el trato es desgastante. Por este motivo es importante saber cómo actuar para poderlos ayudar a superar sus problemas.
Cuando se convive con alguien pesimista, es importante seguir ciertas líneas de trato para llevar una mejor convivencia. Hay que evitar entrar en una discusión, pues debido a su condición, cuenta con una visión bastante cerrada y mantiene siempre una opinión fija en lo que respecta a sus convicciones. Tus argumentos, por muy bien estructurados que estén, no los acepta. No pierdas tiempo discutiendo, ya que no solo se agravará la situación, sino que también te puede llegar a afectar. Es aconsejable trabajar la empatía con estas personas. Pero por su forma de complicarse la vida, es más fácil acabar discutiendo con ellas que empatizar. A veces actuamos con paciencia y tratamos de ponernos en su lugar. Quizá en algún momento de la vida hemos tenido que enfrentar una situación similar a la que vive esa persona y tratamos de entenderla. Si intentamos actuar con empatía, les ayudaremos a hacer frente a sus emociones y las soluciones llegarán más fácilmente. Para juzgar el camino de una persona, a veces hay que ponerse en su lugar.
Un aspecto fundamental dentro de la psicología de las personas negativas es tratar de ver la parte positiva de la situación. A pesar de que ahora se muestre así, por el motivo que sea, trata de recordarle qué es lo que te gusta de esa persona o lo bueno que tiene. Anima a estas personas a que vean tanto sus bondades, como las partes buenas de las cosas. Esto no solo ayudará a estas personas negativas, sino que también te ayudará a ti en su trato diario con ellas. La positividad es importante, y saber que no todo es negativo en la vida, es el primer paso. A veces los problemas son pasajeros y siempre existe una solución. Por muy complicado que parezca, tratar de buscar estas soluciones es el primer paso para lograrlo.
Muchas veces las personas amargadas, ni son conscientes de su negatividad, ni de que necesitan ayuda. Muchas de ellas, a través de ciertos comportamientos están pidiendo ayuda, de una forma sin que sean conscientes de ello. Detrás de sus quejas tienen la necesidad de que les preguntes, por ejemplo, "¿estás bien?" o "¿te puedo ayudar en algo?" Con ello puedes calmar y reconducir la situación, pues la persona puede llegar a darse cuenta de que, efectivamente, hay siempre una buena salida para cada situación. Muestra tu ayuda y así te verás receptivo para que esa persona pueda contar contigo si lo necesita. Recuerda que, si lo que ofreces es directamente una solución, esta podría llevarte al primer apartado del que hemos hablado y no es bueno entrar nunca en una discusión.
Sabemos que tratar con una persona negativa no es tarea sencilla, por lo que la paciencia debe de ser clave en este asunto. Si te cuesta manejar la situación, trata de recordarte que estás intentando ayudar a una persona que realmente te importa. Además de la paciencia, también debes de saber mantenerte en tu lugar. Procura que esa negatividad no te llegue a afectar a ti también, recuerda lo que te ha llevado a ver la vida de ese modo más positivo. Desde la humildad es mucho más sencillo tratar de aceptar la propia negatividad. Tener pensamientos negativos es algo de lo más normal, pero no nos estacionemos en ellos, avancemos para ver el otro lado de las cosas y evitar toda esta negatividad.
Rodearse de más amigos y propiciar la convivencia ayuda, pues es mucho más sencillo reconducir la situación. Será más fácil poder llevar a cabo una conversación más amena, y la carga de negatividad se reducirá. Cuando esta carga se reparte entre más gente del grupo, ésta pasa a ser mucho más pequeña. Además, siempre que estén con más personas, aumentarán las probabilidades de que la persona que lo ve todo de manera muy negativa pueda descubrir que a su alrededor hay gente positiva y hay personas que se preocupan por ella. La amistad y el apoyo es importante siempre en estos casos, ayuda considerablemente.
Sin duda, esta problemática lleva a muchas parejas al sillón del terapeuta, pues la relación de pareja se ve dañada. La idea es ayudar primero al paciente deprimido o amargado a hacer consciencia de su personalidad y así permitir la ayuda mediante la Terapia Cognitivo-conductual. Posteriormente se podrán efectuar sesiones en pareja para favorecer el cambio y la integración sana y armónica.
Psic. Sara Campos Ch. Consultorio Torre Médica Av. Méndez 1110 Segundo Piso. Tel 9933141178 Cel 9931498830