¿Qué significa ser madre?

“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño perdurará siempre la huella del camino enseñado”.  Madre Teresa de Calcuta

Ser madre significa mucho para las mujeres, cambia su vida, su tiempo se comparte y su forma de pensar se enfoca a sus hijos. Dan su corazón y entregan sus fuerzas cada día para sacar a sus hijos adelante y enseñarles a vivir. Para las mamás tener hijos significa tener una razón de ser para el resto de su vida. Quieren aprovechar y exprimir cada momento al máximo. Tienen sentimientos encontrados al ver cómo los hijos crecen, sintiendo dicha y nostalgia cuando avanzan dando pasos agigantados por la vida. Si hay un amor que podamos llamar verdaderamente sincero es el amor de una madre, un amor que a su vez es eterno.

En realidad ser madre implica seguir los pasos de los hijos, hasta que se hacen grandes. Aún así, las madres siguen al pendiente de ellos y esperan ver los frutos de su esfuerzos al verlos tener éxito. Sueñan con verlos vivir plenos, en paz y satisfechos. Con sólo existir y sin saberlo, los hijos les enseñan a amar de manera incondicional. Ser madre significa nunca más estar sola en el pensamiento, pues una madre siempre piensa en sus hijos. Se siente tremendamente afortunada porque sabe que sus hijos son su mayor tesoro.

La maternidad significa sonreír pero también llorar. Se viven muchas noches de insomnio, un sinfín de preocupaciones, horas de carreras, de estrés, de pleitos y se requiere toda la paciencia posible. La madre representa el poder, la belleza y el heroísmo del amor. Las mamás ven mejor que nadie los defectos en sus hijos, los aceptan y no los esconden. Saben si sus hijos no están bien con sólo mirarlos, puesto que las madres son las más expertas detectoras de emociones. Muchas madres suelen sentirse culpables o responsables de los problemas de los hijos y cargan sobre su espalda mucho peso. Esto sin duda también es un acto heroico pero sobretodo bondadoso. Sacrifican sus metas sus aspiraciones o sus vidas por sus hijos. Las madres son las personas más fuertes y su debilidad será el amor hacia sus vástagos.

Para ilustrar el tema con un filme, les quiero comentar un poco sobre la una película que representa muy bien la inquietud de muchas madres respecto a la conducta de los hijos adultos jóvenes y a su carencia de demostración de afecto  en un día tan especial como lo es el día de las madres. La película “Otherhood”, en español “Más que madres”, tuvo su estreno el 21 de Julio de 2019. Se basa en la novela What's Makes You Happy de William Sutcliffe. Es una comedia, que aborda diversos temas como el amor en todas sus vertientes, la amistad, la familia, el respeto a la diferencia, la infidelidad y el paso inexorable de los años. Carol, Gillian y Helen son tres amigas de toda la vida y tras ser ignoradas en pleno Día de la Madre, deciden ir a Nueva York para sorprender a sus hijos. Al llegar ahí, la aventura se convierte en un viaje interior en el que deben de redefinir sus relaciones con sus hijos, así como consigo mismas.

Por varias décadas, Carol, Gillian y Helen han formado una gran amistad, la cual empezó en el patio de recreo de sus hijos pequeños, cuando ellos se convirtieron en mejores amigos y sus madres empezaron a frecuentarse y convivir para su beneficio. En fiestas, cumpleaños y celebraciones, las mujeres permanecieron juntas y firmes. Al crecer sus hijos y formar sus propias vidas, alejándose de los suburbios de Poughkeepsie, Nueva York, las mujeres se han separado y su única reunión anual es un brunch en el Día de la Madre, recordando la infancia de sus hijos y celebrando sus actuales logros. Aunque cada uno de ellos a los 30 años, tiene sus propias razones para olvidar el día, el trio de mujeres ha tomado una decisión: sintiéndose rechazadas, elaboran un plan para aparecer, por sorpresa, en las casas de cada uno de ellos y recibir una respuesta de ese olvido.

Será un viaje para relacionarse y redescubrirse en el que se darán cuenta de que sus vidas necesitan un cambio. Estas tres mujeres tendrán que redefinir sus relaciones con sus hijos, amigos, esposos y, lo que es más importante, con ellas mismas. Una película honesta y conmovedora de la vida después de la maternidad. Carol, en su primer año como viuda, viaja a Nueva York para reconectarse con su exitoso hijo, Matt. A Gillian le preocupa que su hijo se haya distanciado de ella porque no le gustó su última novia, por lo que va a visitar a su hijo, Daniel y comienza a darse cuenta de que lo que su hijo quiere es que alguien lo escuche. Erin, casada con su segundo esposo después de un divorcio tortuoso, sabe que su hijo Paul es homosexual y está decidida a cambiar lo de "no preguntes, no me cuentes" que han mantenido en torno a su sexualidad. El viaje y los enfrentamientos las harán entender que no son sus hijos los únicos que deben vivir bien, sino también ellas.

Podemos sacar diversas conclusiones a partir de la película y de las experiencias vividas en nuestro propio hogar o en una situación donde los hijos se independicen. Mucho pensamos en cómo educar a los hijos o cómo gestionar nuestras propias emociones, siendo madres. Con mucha frecuencia, tengo conversaciones con pacientes y amigos sobre la relación que mantienen con sus madres. Somos adultos todos, pero no nos relacionamos igual que con otros iguales. Parece que los padres nunca dejan de ejercer como padres.

Los papás nunca dejamos de crecer como padres. Sin embargo, aunque nuestros hijos son también adultos, no nos van a entender ni tendrán la madurez o las vivencias que nos dan los años y también el hecho de ser madres, en todo caso.  Aunque lo que les comentemos o decimos  es por su bien, ellos querrán hacer su vida a su manera y solamente poniéndonos  a su nivel se puede llegar a la comprensión y negociaciones. La relación sigue siendo jerárquica, aunque no nos guste. Si no se separan las obligaciones y derechos de unos y otros, es muy fácil que el conflicto aparezca. Y aquí la asertividad juega un papel muy importante. Saber decir que no y aceptar que nos digan que no.

Se dan muchas relaciones conflictivas entre padres e hijos adultos: por tener diferentes formas de pensar, porque unos no aprueben la forma de vida de los otros, porque la manipulación y el chantaje psicológico tanto de los hijos como de las madres, sigue siendo una forma de comunicación que enferma las relaciones. Es necesario darnos cuenta y evitar caer en ello para respetar la forma de vida que ellos elijan y si vamos a intervenir en sus vidas, tengamos claro que es para facilitarles su bienestar emocional y su independencia con responsabilidad sin perdernos el amor y sus manifestaciones.

¡¡FELICIDADES MAMÁS!!

Psic Sara Campos Ch. Consultorio Torre Médica Av. Méndez 1110 Segundo piso Tel 9933141178 y Cel 9931498830