Nueva normalidad: un cambio social que no es opcional
La “nueva normalidad” trae consigo desafíos urgentes para las empresas, gobierno o cualquier organismo que tenga interacción social. La aceleración tecnológica ahora se define estratégica, es necesario tomarlo en cuenta para que las organizaciones aceleren soluciones integrales basadas en la innovación.
La reciente contingencia global puso de relieve una serie de aspectos que resultan fundamental para el desarrollo organizacional, la flexibilidad, la resistencia y adaptabilidad ante un contexto donde las necesidades requieren soluciones tecnológicas específicas. Ahora mismo, la tecnología resulta ser el centro y origen de cualquier desarrollo competitivo.
Una de las reflexiones más importantes en este proceso de transición a la “nueva normalidad” es comprender, primero que llegó para quedarse, segundo que la tecnología juega ahora un papel fundamental y no complementario. Por lo que se ha convertido en la herramienta esencial de la vida de las organizaciones y de las personas.
En los últimos años la tecnología tenía una consigna, facilitar procesos y agilizar cualquier labor de las organizaciones tanto del punto de vista privado, gubernamental o del mismo consumidor, actualmente dejó de ser una elección para volverse el pilar que permite contribuir a la nueva dinámica social y de mercado.
Sin embargo, debemos asimilar que la tecnología dejó de ser un lujo y posiblemente hoy no represente una ventaja competitiva en sí misma, es decir, el hecho de trascender y utilizar plataformas tecnológicas no da una ventaja per se, lo importante ahora es, darse cuenta que son el origen para desarrollar ventajas competitivas.
Actualmente organizaciones top a nivel mundial, como universidades, hoteles, líneas aéreas, empresas automotrices, industriales y energéticas ya estaban inmersas en el desarrollo tecnológico, en cambio, hay un gran cumulo de empresas pequeñas y medianas que utilizan la tecnología como algo complementario, esto ha quedado atrás para volverse una imperante necesidad como base para desarrollar ventajas competitivas o simplemente tomar la opción de salir del mercado.
Por otro lado, es sustancial entender este concepto del miedo al cambio, hoy sin duda estamos enfrentando alternativas trascendentales, estructurales, y este miedo o resistencia a un nuevo método no pude mantenerse en la sociedad. Es menester asimilar que el miedo o la resistencia a una transición son normales en cualquier proceso, sin embargo, la “nueva normalidad” exige un traslado forzoso, no opcional. Hoy en día es evolucionar o morir.
El cambio es opcional cuando se presenta la alternativa de retardar, elegir o simplemente no querer participar; las organizaciones, los seres humanos y las empresas pueden llevar ese proceso de adaptación, ese miedo de una manera paulatina, a raíz de la pandemia tienes que hacerlo y entre más rápido se haga mejor.