"No vengo a desafiar a nadie" dice nuncio apostólico al celebrar misa en Aguililla; asegura que la violencia es por el abandono del estado

Incluso, Monseñor Coppola comparó su visita a Aguililla con el Gólgota, donde fue crucificado Jesús, sin embargo, indicó que así como María y Juan estaban al pie de la Cruz, tanto el obispo de Apatzingán como el párroco de Aguililla, a pesar de la violencia, siguen a lado del pueblo.

“Yo vine a Aguililla, porque me parecía que era como subir al Gólgota, al lugar donde Jesús fue crucificado, matado injustamente, por razones de poder, por gente envidiosa. Vine a Aguililla, porque Aguililla está al pie de la Cruz”, dijo.

Posterior a la “Misa por la Paz”, donde pidió por la conversión de quienes han creado este ambiente de inseguridad y por el descanso de las víctimas, el embajador del Vaticano en México ofreció una rueda de prensa en la parroquia de Aguililla. 

En tal sentido, Monseñor Franco Coppola dejó en claro que él no fue a dicho lugar a desafiar a nadie, ni a regañar a nadie, sino más bien, a hacer sentir a la población que la Iglesia está con ellos, tras el abandono del Estado.

“Donde el Estado no está, donde el poder público no está, donde el interés público no está, hay siempre intereses particulares que tratan de apoderarse e imponerse, eso es lo que pasa en varias regiones de Italia, me imagino que si esto pasa o ha pasado en México, tiene que ser algo similar”, indicó.

Finalmente, en dicha rueda de prensa, ventiló que cuando llegó a México, el entonces gobierno de Enrique Peña Nieto le pidió que no hablara de la violencia que se vivía en México, porque “dañaba el turismo”.

“Cuando uno me hace esta consideración, significa que está perdido, piensa solo en los turistas y se olvida de su pueblo ¿Qué puedo contestarle? Es inútil, no le contesté nada, solo registré su consejo. Fue el anterior gobierno, durante el anterior gobierno, fueron funcionarios”, reveló.