Las inteligencias múltiples de Gardner

La palabra ‘inteligencia’ proviene del latín intelligentia o intellēctus, que a su vez provienen del verbo intellegere que significa comprender, percibir o hacer elecciones sabias. No hay una definición unitaria y aceptada de la inteligencia. Además, definir qué es la inteligencia ha sido siempre objeto de polémica. Un cerebro adulto pesa entre 1.300 y 1.400 gramos. Contiene unos 100.000 millones de neuronas y una cantidad mucho mayor de sinapsis, que permiten la conexión entre neuronas. Cuando tomamos decisiones y experimentamos emociones, en el cerebro se produce una complicada mezcla de procesos químicos y eléctricos.

La inteligencia incluye: la capacidad de lógica, la comprensión, la autoconciencia, el aprendizaje, el conocimiento emocional, el razonamiento, la planificación, la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. En términos más generales, se puede describir como la capacidad de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto.

El psicólogo estadounidense Howard Gardner a principios de los años ochenta, propuso una teoría que revolucionó la educación a nivel mundial: la teoría de las inteligencias múltiples. Es una propuesta del campo de la psicología cognitiva que rechaza el concepto tradicional de inteligencia y los métodos para medirla. Para Gardner, la inteligencia es una expresión plural. De ahí el nombre de su propuesta: las inteligencias múltiples. Es decir, la diversidad de las capacidades humanas. Gardner describe al mismo tiempo las capacidades humanas distintas en función de la inteligencia predominante. Enuncio sus nueve tipos de inteligencia:

Inteligencia lingüística verbal: Es aquella de quienes son hábiles con las palabras habladas o escritas. Es procesada en las zonas temporales del hemisferio izquierdo.  Las Habilidades: retener datos en la mente, leer, escribir y transformar pensamientos en palabras y expresarlas con claridad. Es necesaria para: inspirar, persuadir, discutir, entretener, enseñar eficazmente a través de la palabra hablada o escrita. La capacidad de compartir en forma verbal o escrita lo que sabes y puedes aportar, beneficiará tu facilidad para expresarte. Los niños aprenden alrededor de cinco mil palabras cada año entre los seis y 10 años de edad, mientras que el adulto promedio domina sólo cerca de 50 palabras al año.

Inteligencia espacial:  Consiste en expresar el pensamiento en dibujos e imágenes.  Es procesada en el lóbulo parietal y en el lóbulo occipital. Habilidades: percepción, transformación y recreación de diferentes aspectos del mundo visual- espacial. Aguda sensibilidad para los detalles visuales y buena orientación. Importante para:  entender los espacios y dimensiones, agudizar tu sensibilidad al arte en sus expresiones plásticas y creativas. 

Inteligencia lógico matemática: Es la sensibilidad y la capacitación para manejar largas cadenas de razonamiento. Es procesada en el hemisferio izquierdo. Habilidades:  razonamiento, secuenciar, calcular precisar rápidamente, pensar en términos de causa- efecto, crear hipótesis y manejar principios científicos. Importante para: generar deducciones lógicas y solucionar problemas.  

Inteligencia musical: Capacidad para percibir, apreciar y producir ritmos y melodías, así como componer nuevo material.  Procesada en el lóbulo temporal derecho.  Habilidades: memoria, creatividad, sensibilidad, imaginación y analizar elementos melódicos. Importante para: tener buen oído musical, cantar, distinguir entre diferentes selecciones musicales. Abrir las puertas a nuevas perspectivas, pensamientos y percepciones de la vida.  

Inteligencia corporal-cinestésica: Se considera al ser físico como un todo integrando la mente, el cuerpo y la actividad física como una inteligencia por sí misma. Procesada en las áreas motoras y promotoras del control de los movimientos de la corteza cerebral, en los ganglios de la base del cerebro y cerebelo. Es la encargada de del control de nuestros movimientos corporales, así como de la habilidad para manejar objetos con destreza.  Habilidades: fuerza, resistencia, flexibilidad, balance, coordinación corporal, habilidad manual, sensibilidad táctil, buenos reflejos, teatro, atletismo y baile. Importante para:  bailar, escalar, acampar, cocinar, correr, etc. 

Inteligencia interpersonal: Habilidad para distinguir sutilmente las intenciones motivacionales, humor, sentimientos y pensamientos de los demás. Procesada en el lóbulo frontal derecho. Habilidades: percepción y respuesta al estado de ánimo, controlar el temperamento y advertir los deseos de otros. Saber escuchar y colaborar para solucionar problemas, objetividad, asertividad y empatía. Son sociables, sensibles para captar las emociones de los otros y pueden expresar motivaciones y sentimientos. Trabajan cómodamente en grupos, disciernen intenciones, expresiones y conductas de otros, promueven la cultura. Importante para convivir, para trabajar en equipo, negociar y resolver conflictos.  

Inteligencia intrapersonal: Es la del ser interior. Aquella que busca responder a la pregunta ¿Quién soy? Procesada en los lóbulos frontales. Los profesionistas que la desarrollan son los psicólogos, psiquiatras, investigadores, entre otros. Habilidades:  introspección, meditación, acceso a los propios sentimientos y distinción de su estado emocional. Importante para:  ser auto comprensivo, tener dominio personal, establecer metas alcanzables que correspondan a tu yo real y que no sean impuesta por otros, para enriquecer y guiar tu vida. 

Inteligencia espiritual: Es la inteligencia existencial o transcendente. Es la capacidad para situarse a sí mismo con respecto al cosmos, así como la capacidad de situarse con respecto a los rasgos existenciales de la condición humana como son el significado de la vida, el significado de la muerte. Se enfoca al destino final del mundo físico y del psicológico en profundas experiencias como el amor a otra persona o la inmersión en un trabajo de arte.

Toda comunidad humana dispone de una inteligencia espiritual que no se adscribe a una obediencia religiosa determinada.

Inteligencia naturalista: La inteligencia naturalista es la capacidad de categorizar elementos del entorno reconociendo sus diferencias y el modo en el que se relacionan entre sí, y de utilizar esta información de para interactuar con ellos de manera beneficiosa. Es por eso que la inteligencia naturalista estaría definida, más que por ser un reflejo de nuestra capacidad para aprender de entornos naturales, por ser un reflejo de nuestra capacidad de aprender acerca de todo tipo de entornos y de interactuar adecuadamente con los elementos que hay disponibles en ellos.

En el ámbito de la educación, la teoría de las inteligencias múltiples representó un cuestionamiento y al mismo tiempo un desafío. Si la inteligencia no es un parámetro universal y si cada persona tiene un perfil de inteligencia distinto, resulta evidente que los procesos de aprendizaje y su sistema de evaluación deben valorar aspectos como la diversidad, las capacidades individuales, la constitución cerebral, el entorno y el contexto cultural. Desde el punto de vista psicológico, la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner estableció pautas que permiten reconocer y aceptar la diversidad intelectual estableciendo al mismo tiempo, principios de igualdad. En la consulta psicológica se analizan mediante entrevistas, cuestionarios y pruebas, la capacidad o capacidades de los pacientes, para el desarrollo de sus habilidades en la vida estudiantil y laboral.

PSIC. SARA CAMPOS CHAVOLLA

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