‘Jugo de nube’, la iniciativa de la UNAM para cosechar agua de lluvia en ambientes contaminados
Luis Gutiérrez Padilla, subdirector de Proyectos para Comunidades Seguras y Sustentables, señaló que para tener certeza de la calidad se analizaron los niveles de concentración de metales pesados y obtuvieron resultados óptimos.
“Nos propusimos analizar si había alguna manera de darle la calidad adecuada al agua captada a través de la lluvia. Se vuelve segura en los niveles de concentración de metales pesados, de otros compuesto como flúor, zinc, arsénico, plomo, hierro. Se analizaron unos 30 elementos. Una vez que se llena el ‘Tlaloque’ con los 400 litros entonces empezamos a captar agua mucho más limpia”.
Instalaron el sistema de captación, llamado Tlaloque, en edificios universitarios. Esta integrado por un conjunto de recipientes que van filtrando el agua de los compuestos de la atmósfera que arrastra la lluvia. Puede captar hasta 400 litros, una vez lleno sin los compuestos y polvo de la atmósfera, el agua se envía a dos tanques de 30 mil litros cada uno.
Cuando el agua entra a los tanques, de manera pausada se depositan más sedimentos. Después, con una pichancha colocada en la superficie se extrae el agua sin agitar los tanques. Más tarde se le agrega una pastilla de cloro en una concentración estandarizada para mantener los parámetros de calidad.
A través de este proceso de drenado se van eliminando impurezas. En la etapa final se le agrega ozono para eliminar todo tipo de organismos vivos.
El agua, nombrada ‘jugo de nube’, es segura para consumir y actualmente abastece dispensadores del área de la Facultad de Ciencias.