El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo
Mientras que los niños con un desarrollo típico están planificando sus actividades fuera del horario escolar y conviven con sus amigos, las vidas de algunos niños giran en torno a las terapias, durante varios años y generalmente los 7 días de la semana.
Una madre se dio cuenta de que su hijo presentó grandes dificultades. Lo primero que notó fue que parecía muy intranquilo. Siempre estaba molesto. Tenía una falta de reconocimiento en la mirada. No comía. No dormía. A medida que pasaban los días, reconoció más signos del autismo, como comportamientos repetitivos, retrasos en el habla y la audición, y otros. El psicólogo, luego de la entrevista y la evaluación, confirmó lo que yo ella creía: su hijo tenía autismo. La madre se angustió, lloró y rezó esperando poder brindarle a su niño todo lo que necesitara. Le recomendaron 40 horas de terapia de análisis conductual aplicado. El futuro de su hijo dependía de eso. Otro diagnóstico confirmando el Asperger, llegó a los 5 años de edad. Fue un largo camino.
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se reconoció como tal en el año 1994 y que es incluido dentro del Trastorno del Espectro Autista. Desde el año 2007, el 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Esta fecha coincide con el aniversario del nacimiento de Hans Asperger, psiquiatra austríaco que describió por primera vez este síndrome.
Se trata de un trastorno que afecta al desarrollo neurológico de los niños. Normalmente, los pacientes de este trastorno suelen tener una inteligencia superior a la media y, debido a la afección, padecen un estilo cognitivo particular y distinto al resto. Casi 1% de todos los niños en México, alrededor de 300,000 tienen autismo.
Una de las características más comunes que se observan en las personas que padecen el Síndrome de Asperger es que comprenden el mundo social de una forma diferente y, por tanto, es habitual que tengan comportamientos que no terminemos de comprender y que vivan en constante alerta con su entorno. Aunque la edad de aparición y detección más frecuente se sitúa en la infancia temprana, muchas de las características del trastorno se hacen notorias en fases más tardías del desarrollo, cuando las habilidades de contacto social comienzan a desempeñar un papel más central en la vida de la persona.
Los expertos coinciden en que se trata de una afección que tiene lugar durante el desarrollo del cerebro. Dependiendo del tipo de área que se vea afectada, puede ocurrir que el niño presente algunos comportamientos parecidos a los de los autistas, pero no es exactamente el mismo trastorno. Lo que realmente ocurre dentro del cerebro de una persona con síndrome de Asperger es que hay una dificultad en la conexión neuronal que nos ayuda a procesar la información. Tienen un desarrollo distinto y diferente al resto y, por tanto, el cerebro crece y se desarrolla de forma alterada.
Uno de cada 160 menores tiene alguna forma de autismo, según la Organización Mundial de la Salud. Es una condición que es más prevalente en el mundo desarrollado, con Japón de primero en la lista, Reino Unido de segundo y Brasil de noveno. Los diagnósticos en los hombres son cinco veces más frecuentes que en mujeres, pero los profesionales están empezando a entender que las observaciones en casos femeninos no han sido bien llevadas.
Los síntomas del síndrome de Asperger más comunes.
Para poder detectar si una persona padece este trastorno, es interesante conocer cuáles son los síntomas más habituales. Estos signos que pueden indicar que una persona padece Asperger; sin embargo, es importante acudir siempre a un psicólogo o psiquiatra para obtener un diagnóstico acertado.
- Dificultades para interactuar con otras personas
- Dificultades a la hora de expresar sus pensamientos y/o emociones
- Afecta a la comunicación no verbal y, por ejemplo, pueden estar gritando o con cara de enfado y, realmente, estar tranquilos y felices
- Dificultad para la abstracción: suelen ser muy literales
- Dificultad para empatizar con los demás y comprender sus sentimientos o emociones
- Alteración en el lenguaje: dificultad para mantener una conversación, no hablar bien, alteración en la entonación, volumen de la voz, etcétera.
- Alteración en la coordinación del cuerpo.
En el caso de que detectes que tu hijo pueda padecer el síndrome de Asperger, es importante que fomentes que se relacione de forma social. Los psicólogos indicamos que animar a los pequeños a hablar y a interactuar con los demás, es muy positivo para que se conecten con el mundo. Tendremos que tener paciencia y ser muy respetuosos, pues es probable que al niño le cueste hablar y mantener una conversación de forma progresiva y estable. Los hermanos de los niños con asperger suelen ser de gran ayuda para su socialización, siempre y cuando se les prepare para el apoyo sin que sea una obligación impuesta.
PSIC. SARA CAMPOS CHAVOLLA
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