Cenizas de gobernantes mayas se usaron para el Juego de Pelota en Toniná, Chiapas
En el contexto del estudio arqueológico en resguardo sobresalen más de 400 vasijas que contenían material orgánico, como cenizas, carbón, goma y raíces
En el contexto del estudio arqueológico en resguardo sobresalen más de 400 vasijas que contenían material orgánico, como cenizas, carbón, goma y raíces.
Se cree que en el antiguo reino maya de Po’p, que rivalizó con Palenque, esos gobernantes fueron sometidos a una parafernalia religiosa para reducirlos a cenizas, y sus restos, sirvieron para elaborar bolas de hule usadas en la cancha del Juego de Pelota.
El responsable de la investigación y conservación narró que se ubicó una tapa de piedra –de 90 por 60 centímetros– con la representación de un cautivo atado, y un laberinto condujo a una serie de pequeñas bóvedas y cuartos conectados por escalinatas de una decena de peldaños, que rematan en una antecámara y una cripta, ubicadas a ocho metros de profundidad en el interior de la pirámide.
En este sitio se hallaron las vasijas con cenizas humanas y su tacto oleoso y el análisis, refieren que personas especializadas, posiblemente sacerdotes, emprendían la combustión de los cuerpos inertes de personajes de alto rango, y que el azufre de las cenizas era utilizado para la vulcanización de hule, con el que se confeccionaban las bolas usadas en el rito del Juego de Pelota.
A diferencia de otras culturas antiguas, los restos de los gobernantes eran cremados, y con éstos se formaban bultos funerarios, reliquias que los linajes guardaban y llevaban consigo.
El experto del INAH concluyó que los descubrimientos en Toniná brindan una idea más acertada de lo interesante y compleja que era la religión maya, y cómo el proceso de transformación del cuerpo es fundamental para comprender a esta sociedad.