Armados ni a las cantinas: Germán Martínez sobre banda de guerra en San Lázaro

El senador Germán Martínez Cázares celebró que Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, no permitió el ingreso de la banda de guerra de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) porque iba armada. 

En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, el legislador del Grupo Plural dijo que la intención de los elementos de las Fuerzas Armadas de entrar con armas a la sala de sesiones es un “tic militarista”.

Por ello, sentenció que personas armadas no dejan entrar “ni a las cantinas” de su pueblo.

“Estuvo bien Santiago Creel, debo decirlo, yo no creo que sea buen candidato a la Presidencia, esa es la verdad, así de claro, pero ayer estuvo bien como presidente del Senado. ¿Por qué? Porque lo dice el reglamento, porque lo dice la ley y porque lo único que debe reinar dentro de un Parlamento es la palabra. Armados ni a una cantina, ni a las cantinas de mi pueblo se les admite (…) Insisto, ahí debe reinar la palabra, ahí debe reinar la libertad de expresión, estuvo bien el presidente del Congreso en no permitir que entren armados. Y sí es una expresión, una tentación militarista, un tic militarista”, expresó. 

Martínez Cázares agregó que antes existía una “puerta estrechísima” para hacer negocios en el mundo militar, pero que ahora esa puerta es “amplísima” y cada vez gana más terreno. 

Ante esta situación, sostuvo que se debe poner límites a la militarización en México, ya que se está extendiendo de manera indebida. 

“La puerta estrechísima por la que pudo haber hecho negocios, o por la que se está juzgando o por la que hay denuncias en México al secretario de Seguridad en el gobierno de (Felipe) Calderón, (Genaro) García Luna, hoy es amplísima para el mundo militar, para hacer negocios. Hoy se va con aduanas, hoy se va con trenes, hoy se va con obras públicas. El mundo militar gana y gana terreno, se meten a tomar fotos en el Senado de la República, se meten en espionajes, (…) en todo. Yo insisto en que se está militarizando de manera indebida la vida en este país y está sujeto a juicio el militarismo en la Suprema Corte (de Justicia de la Nación), pendiente de resolución (…) Y que el mundo militar tenga límites en este país me parece correcto”, sentenció. 

La postura del senador coincide con otros de sus compañeros que celebraron que se cumpliera la ley, al impedir el ingreso de los miembros del Ejército al Pleno; pero se contrapone a la de otros que incluso calificaron a Santiago Creel de “apátrida” por su determinación.