Acusa Tomás Zerón persecución política al reaparecer en entrevista con medio israelí

¡Reapareció! Tras casi tres años refugiado en Israel, el ex director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón de Lucio, ofreció una entrevista al diario de aquel país, Yedioth Ahronoth, en donde acusó que es víctima de una persecución política.

En el artículo publicado el pasado 7 de abril, en donde los periodistas Ronen Bergman e Itai Ilanaien lo describen como empresario restaurantero, el ex funcionario narra una reunión que sostuvo con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, en febrero de 2021, donde éste le confiesa que la intención del gobierno mexicano no es "meterlo preso".

Incluso, Zerón de Lucio –acusado de tortura en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa- refiere que el encuentro fue grabado con cámaras y micrófonos, sin que el actual funcionario de la administración de López Obrador tuviera conocimiento de ello.

Asimismo, justificó la compra del software de espionaje Pegasus, desarrollado por la firma de seguridad israelí NSO Group, como una aportación a la guerra contra los cárteles de la droga mexicanos, y que, pese a ello, se habría emprendido una "persecución política" en su contra.

Tomás Zerón, quien en una imagen publicada por el medio israelí aparece con barba y mucho más delgado de lo que se recuerda, quien a decir de la publicación ahora es dueño de una empresa de tortillas en Tel Aviv, asegura que tuvo que salir de México "porque se dio cuenta de que su vida corría peligro",  que actualmente "está dedicado a reflexionar sobre el significado de la vida, el pensamiento y el aprendizaje".

"En Israel, pude conectarme con una variedad de personas increíbles... que abrieron sus corazones y hogares,  me introdujeron en la tradición y las costumbres judías,  son como una familia para mí", señaló el ex funcionario.

De acuerdo con el doctor Ben-Zion Telefus, especialista israelí en políticas de seguridad, la entrevista a Zerón de Lucio forma parte de una "estrategia de relaciones públicas" para retratarlo como un "perseguido político del gobierno mexicano. Y en el proceso, limpiar a las compañías de inteligencia israelíes de las acusaciones de soborno".