A partir de hoy, Nuevo León pasa a amarillo por incremento de contagios y avance de ómicron
El Gobierno de Nuevo León anunció que ante el incremento de contagios diarios de COVID-19 y el rápido avance de la variante ómicron en la entidad, se determinó establecer el semáforo amarillo.
Durante la transmisión del informe de diario de COVID-19 de ayer 30 de diciembre, la secretaria de Salud del estado, Alma Rosa Marroquín, explicó que en menos de 10 días, se pasó de 81 nuevos casos diarios a 561 detecciones el 29 de diciembre.
Abundó además, que ya suman 26 casos confirmados de la nueva variante de ómicron detectadas, principalmente en jóvenes.
Alma Rosa Marroquín detalló que si bien actualmente la incidencia de hospitalizaciones se ha mantenido en 237, equivalente al 10 por ciento de la capacidad hospitalaria, una vez que se detecta un incremento en los contagios, en el transcurso de dos semanas se comenzará a reflejar en los ingresos al hospital.
Ante tal panorama, dijo, el Comité de Expertos Sanitarios del estado, estableció nuevas acciones para reducir el impacto de la cuarta ola de COVID-19 en la entidad.
“Nuestro semáforo cambia a color amarillo, aun cuando el color amarillo no significa una alerta máxima sí representa un riesgo por las características propias de esta nueva variante y la alta transmisión que se presenta. Las recomendaciones que hemos acordado, pues que los giros comerciales el 70 por ciento a aquellos que tengan espacios al aire libre, para los establecimientos donde no haya ventilación que estén en espacios cerrados el aforo se restringe al 50 por ciento con la intención de disminuir este riesgo de transmisión del virus, estas recomendaciones entrarán en vigor a partir de mañana 31 de diciembre de 2021”, expuso.
La secretaria de salud estatal apuntó que la meta de vacunación de Nuevo León es de 654 mil 050 ciudadanos, de los cuales ya se tiene un avance de 91 por ciento con primera dosis, 87 por ciento con segunda dosis y 61 por ciento con tercera dosis.
Finalmente, exhortó a la población a no bajar la guardia, mantener los protocolos de cuidado, como lo son el uso permanente de cubrebocas en espacios abiertos y cerrados, así como cuidar la sana distancia a no menos de 1.5 metros, y el constante lavado de manos o aplicación de gel antibacterial.