Nueva reforma fiscal acecha a los Estados Unidos

Uno de los objetivos estratégicos de la política fiscal, siempre ha sido promover la equidad del ingreso. La existencia del aparato de hacienda pública permite que mediante los impuestos, el ejercicio de gasto del Estado y de manera particular el Gobierno pueden hacer trasferencias de recursos de las clases más adineradas, aquellas que tienen más necesidades insatisfechas.

En la desigualdad global, el valor del capitalista se ha hecho latente. La cúspide teórica y comprobatoria de esa desigualdad es la obra recién contemporánea de economía; El capital en el Siglo XXI de “Thomas Piketty”, economista francés que ha comprado que en los últimos 100 años, la desigualdad es la máxima consistencia del modelo económico capitalista y del modelo económico en su globalidad.

Sin embargo, vale la pena destacar que no solamente es la desigualdad atemporal o por períodos de ejercicio fiscal.  Es cierto que la desigualdad persiste en el tiempo, pero también se ha comprobado que a medida que la generación pasa en el mundo se desarrolla la desigualdad, permanece, se profundice y se amplía en muchos sectores. 

Es por eso que, algunos reformistas de la teoría y de la política fiscal han tomado como bandera no solo generar condiciones impositivas para los ingresos actuales, sino para la acumulación de los ingresos en el tiempo. Tema que es prácticamente virgen en México, en países de primer mundo y particularmente en Estados Unidos se han analizado por muchos años este concepto del impuesto a la herencia, y a la acumulación de capital. Uno de los cambios importante que se está impulsando es la modificación del impuesto a la herencia, en la cual se establece modificar el costo al cual se reciben los bienes y reducir el monto que se puede heredar libre de impuestos. 

George Soros connotado millonario, había establecido después de la crisis económica de 2008 que debería poner un impuesto especial a los impuestos. En este sentido se hablaba de imponer un impuesto adicional a aquellos que tuvieran ingresos mayores al millón de dólares al año.  Esto significa un impuesto adicional (impuesto a la renta), impuesto directo que se cobra prácticamente en todos los países del mundo. 

Se considera que uno de los cambios fiscales más importantes de esta propuesta es un aumento del impuesto a los americanos que reciban más de $400,000 USD anuales. Lo que sería por medio de un aumento en la tasa del Impuesto Sobre la Renta para dichos contribuyentes y gravar más de su ingreso para el impuesto de Seguridad Social.

Actualmente toma relevancia estos dos escenarios, el impuesto a los más ricos y a la acumulación de la riqueza, con el objetivo de evitar que esta acumulación que existe se profundice y se grave a lo largo de al tiempo que avanzan las generaciones.