Lamenta OPS que 35% de pacientes con VIH/SIDA en AL no tienen acceso a medicamentos
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), lamentó que en América Latina y el Caribe, el 35 por ciento de los pacientes con VIH/SIDA no tienen acceso “congruente y constante”, a los tratamientos antiretrovirales.
En conferencia de prensa diaria sobre el avance del COVID-19 en las Américas, la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, destacó que si bien la región se está quedando atrás en los objetivos para 2030 de reducir las nuevas infecciones por el VIH y eliminar las muertes relacionadas con el sida, se ha logrado un progreso significativo.
Como lo es dijo, la unión de los países para poner a prueba métodos innovadores para llevar medicamentos a quienes lo necesitan, así como los préstamos de insumos entre naciones.
“En América Latina y el Caribe 2.4 millones de personas tienen VIH y solo el 81 por ciento de estas personas conocen su situación con respecto al VIH, con tratamiento antiretrovírico adecuado las personas que tienen VIH pueden mantener controlada la enfermedad y evitar el contagio o infección a otros, pero para ello se necesita un acceso congruente y constante a estos medicamentos, e incluso antes de la pandemia solo el 65 por ciento de las personas con VIH de nuestra región estaba recibiendo el tratamiento antiretrovírico y lamentablemente con el avance de la pandemia más países notificaron perturbaciones parciales en los servicios para el tratamiento antiretrovírico”, destacó.
Ante tal panorama, la directora de la OPS, enfatizó que se debe garantizar un acceso coherente y equitativo a los antiretrovirales que son poderosas herramientas.
Para ampliar el acceso, dijo, es preciso combatir el estigma y la discriminación persistentes que mantienen los servicios de salud fuera del alcance de demasiados hombres que tienen sexo con hombres, mujeres transgénero y trabajadores sexuales en toda nuestra región.
Finalmente, recomendó a los países, que las respuestas de eliminación del sida deben reflejar la diversidad cultural y sexual, la igualdad de género y los derechos humanos, con la participación activa de las comunidades más afectadas.